miércoles, 9 de septiembre de 2020

LA CULPA

Llegamos al mundo con los ojos cerrados y los pulmones abiertos para tomar aire y llorar con fuerza dejando claro que, tras nueve meses de viaje, allí estábamos.

Entonces no éramos más que la primera página de un libro en blanco que , al principio, poco a poco , irán escribiendo nuestros padres, parvulario, colegios, dejando sus  influencias ,  sus cosas buenas y malas, huellas sobre Dios, la muerte, la riqueza, el honor, en fin...

 Todos esos principios , valores  y formas de ver el mundo que otros nos transmiten, van escribiendo con tinta invisible eso que, sin haberlo elegido, formará parte de nuestra forma de ser.

 Parece natural aprender lo que hay que hacer y lo que no, lo que está bien y mal, eso que es digno de alabanza o de reproche. Causa y efecto, premio o castigo, bueno o malo.

Ese " Los Mendive Zabaldica somos así ".

 Y la culpa. Esa marca grabada a fuego en el costillar de la conciencia , ese sentimiento pegajoso , e incansable que  inoculó en nosotros no se sabe quien cojones , o cómo o cuándo, y ya no nos abandona hasta el final.

Al menos a mi.

Vivimos en un país donde la libertad de expresión vive acosada por la mojigatería ambiente y la dictadura soft, pop, cursi, de los guardianes de las buenas costumbres y de lo que sí y lo que no.

Por ejemplo, los nacionalistas.  Como buenos reaccionarios, no pueden dejar de apuntarse al coro de los ofendidos. Los nacionalistas apelan a los sentimientos, y en este caso a los modales, para zanjar los razonamientos que contradicen sus apetencias.

Me ofendes y, por tanto, no cabe escucharte. De hecho, ni siquiera tienes permitido expresarte.

Tengo varios ex amigos  nacionalistas que se defendían con " eres un mal educado, me ofendes. Ya no me ajunto". Pues que les den.

Lo mismo con estas señoras que 20 años después denuncian que alguien les tocó las tetas.

Oiga, antes, si alguien le tocaba las tetas a una señora se llevaba un guantazo muy principal.

" Es que su trabajo dependía de ese señor ".

Pues si la señora es como tiene que ser, dos guantazos.

Nos  estamos  poniendo molt dalló mes ezquisitus .


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