Cuántas veces pensé qué habría ocurrido si hubiera hecho, dicho, callado, sí me hubiera atrevido, dado un paso atrás o escuchado. Cómo habría cambiado mi vida, quién sería ahora.
El presente se compone de pasados desechados, de decisiones tomadas y las consecuencias que traían consigo, de lo que nos ha ocurrido y de eso que no dejé que me pasara.
Miramos el reloj pero no vemos el tiempo y creemos que siempre lo tendremos.
No se puede poner límites a los sentimientos y enjaular la pasión. Nos gusta el éxito sin la posibilidad del fracaso, el salto perfecto sin renunciar a la red, y ser diferente sin salir de la seguridad que da el rebaño.
Sueltas un rollo sobre lo que tienes para que parezca que fue eso, exactamente, lo que deseaste.
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