sábado, 8 de febrero de 2014

PEDRO LOMBARDÍA: UN PERSONAJE SINGULAR.


Pedro Lombardía fue uno de los hombres más divertidos y cultos que he conocido, de una gracia extraordinaria para lucir anécdotas, y una cultura que abarcaba todo: desde lo más sencillo, como cuando hablaba de la “Culobién” - una secretaria de la Universidad de Navarra que, afirmaba con acento cordobés, “ la verdad, vamos a dejarnos de leches, que la señora tiene un culo bien majo” ...o cuando trataba de sus cosas como presidente de la Asociación Internacional para el Estudio del Derecho Canónico y consultor de la Comisión Pontificia. 

Estar con él era una fiesta. 

A mi me prohibieron ir de excursión con él, pues el hombre regresaba alterado y muy desfasado del día, y lo acusaba después. Porque Pedro era un señor que disfrutaba haciendo el gamberro. 

Se me agolpan las anécdotas... 

Una de las excursiones fuimos de visita a un monasterio en Gerona. Comimos unos bocadillos en un parque anexo , y fuimos a tomar un café a un restaurante que está muy cerca. Era un restaurante de nivel. Mucho tenedoraco's. 

Estábamos en relajada tertulia en la terraza , cuando Lombardía lanza un reto...”¿a que no hay cohone pa sacar la guitarra y cantar en el restaurante?” 

- Hay cojones si usted pasa el platillo después para recoger la pasta- le contesté. 

- ¡Hecho! 

Lo último que yo esperaba era que un catedrático de derecho de la universidad de Navarra , y presidente de la Asociación Internacional de canonistas, cogiera ese guante. 

Así que , guitarra en ristre, sin pedir permiso al jefe de sala que estaba en la puerta, entramos cantando dos tíos, seguidos de un tal Francás , don Pedro, y alguno más...quiero pensar que un tal Ernesto Casas, y Ponseti.

Recorrimos todas las mesas con el repertorio más socorrido de la tuna...de la tuna del UNIV: reina de reinas, a mi me gusta la pesa, qué más da... 

El jefe de sala, viendo que la gente, sorprendida y encantada con aquel grupo, aplaudían cada canción, permitió la función. 

Llegamos a la última mesa y digo al respetable... 

- Señoras y señores, a continuación, aquí, don Pedro, catedrático de derecho canónico, y presidente de la asociación internacional de canonistas, pasará el platillo, muchas gracias, y que aproveche. 

La gente se despiporraba. Don Pedro, literalmente, estaba en su salsa. Hay que decir que iba vestido de cualquier cosa menos de catedrático. Añádase que era muy feo, de ojos saltones, cabezón, algo cheposo, toses de flemas sonoras...vamos, que ni de pastor de cabras pasaba el corte. 

Y, mientras cantábamos la última canción, el hombre coge un plato de una de las mesas, y meciéndose al ritmo de la melodía, va pasando por la sala. 

Una niña se levanta, y deposita un billete. 

Y Pedro, desecho en lágrimas de risa, nos manda callar...se hace el silencio...coge el billete del plato...lo besa...y dice al público... 

- Esto que he hecho al besar el billete es el “osculum (no entendí qué dijo)”, un beso que daban las vestales en la Roma imperial cuando en el Templo de (tampoco recuerdo el lugar) las madres depositaban su óbolo (dijo otra frase en latín)... 

Y la peña rompió a aplaudir, de cachondeo, aunque alguno debió pensar “¡joder, a lo mejor es catedrático!”. 

Recaudamos para tomar helados , cafés y chupitos, los dos coches que hicimos la excursión. 

El hombre volvió cardíaco, excitadísimo, y no paraba de decir “¡cuándo lo cuente en Navarra, cuando lo cuente en Navarra!...¡ya verás la Culobién!. 

Al día siguiente me llamaron a capítulo y me prohibieron ir con él a más excursiones. Al parecer , por la noche, estaba con la tensión disparada, y hubo que llevarlo a Urgencias. 

La entrada iba de otro tema pero...

8 comentarios:

  1. Esta camaradería, esta complicidad. es lo que recuerdo con cariño de mi época en el Betis. Pero siempre tenía que salir alguien a prohibir. Lo que no me gustaba es que los prohibidores hacían luego lo que les daba la gana (digo lo que les daba la gana en el sentido literal). Menuda esquizofrenia. A mí me prohibían ser padrino de confirmación de mis hermanas (en el Betis está prohibido, porque sería poner límites a tu entrega asumiendo un serio compromiso con una tercera persona) y luego te das cuenta de que los directores son todos padrinos de bautismo de alguien.

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    1. A mí me querían prohibir ir a la boda de mi hermana pequeña, que además oficiaba un sacerdote de la Santa Cruz, amigo de la familia.

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  2. Del director del ca, no sé quién es (pues no desvelas ningún dato de él), pero... estoy convencido que daría para una de tus míticas entradas. ¿Por qué? ¡Hombre! Porque mira que hay que ser "cafre" para prohibir un poco de sana "juerga" durante las tres semanas de vacaciones. Ya lo decía alguien con mucho más rango en el Betis que este director de ca: si haces una gorda... al menos que tenga gracia. Y también te digo, que otros (no pocos) directores de ca ante el suceso que cuentas se habrían hecho el longuis, y en su "fuero interno" habrían pensado -¡Bien por el Suso y el catedrático!-.

    Campjoliu

    PS: Hablas de... ¿Ernesto? En todo caso, será Ernest (sin la o final).

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  3. El Francás, Don Ernesto y el Ponseti! Casi nada!
    Para señoras, la de Francás.

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  4. "Para señoras, la de Francás", ¿qué has querido decir? No lo pillo. Gracias!

    Campjoliu

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  5. Era amigo de mi padre. Cuando tenía cuatro o cinco años me regaló una pata de peluche que me encantaba. Me gustaban tanto los dos (Pedro y la pata), que le pedí que se casara conmigo cuando yo fuera mayor. Me dijo que si mi padre le concedía mi mano, que lo diera por hecho. Así que yo de enana le obligué a hacer algo muchísimo peor que mendigar en un hotel de postín: le obligué a prometerse conmigo. ¡Supera eso!

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  6. De verdad que E Casas estaba allí y se añadió a la fiesta? De Ponseti lo dudo, pero de Ernest me cuesta mucho creerlo. En cualquier caso ahí tienes uno de los prohibidores...

    Fdo. ex bético, ahora sevillista

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