domingo, 16 de febrero de 2014

ERRARE HUMANUM EST.


Recuerdo una conversación, hace años, con un hombre hecho así mismo. Un empresario de peculiar aspecto – tendría cincuenta años y vestía sólo y exclusivamente de “country” (vaqueros, botas “shúpamelapunuta”, pajaritas de lazo, cazadoras de ante con flecos...).
Aquel hombre, que se comía el mundo, me comentó que él se veía incapaz de ponerse de rodillas delante de nadie, y menos de un sacerdote. Venía a cuento la conversación por haber visto en un curso de retiro a otro empresario amigo recibiendo el sacramento de la  confesión.
La verdad es que, si se piensa un poco, ponerse de rodillas delante de alguien resulta algo muy difícil, y si no lo has hecho nunca, más.
Hoy hay muchísima gente que casi nunca se ha puesto de rodillas delante de nadie...exceptuando razones sexuales. En eso, hasta patas arriba.
En realidad, es que hay muchas personas que son incapaces de admitir sus errores delante de nadie, y más reconocer que son “pecados”. Creen que si admiten sus errores, es una muestra de debilidad. Su ego no les permite admitirlos porque están convencidos de que se rebajan o pierden su valía.
Todos los seres humanos cometemos errores. Nadie se libra de ellos. Tan sólo se equivoca el que intenta hacer las cosas. El que no tiene valor para intentarlo es el único que nunca se equivoca. Pero eso no es vivir sino sobrevivir.
Admitir los errores propios es uno de los signos principales de valía interior: una señal de seguridad y fortaleza.
Admitir nuestras equivocaciones también es una señal de humildad y de capacidad de comprensión, es una muestra de bondad, y fortalece en gran medida nuestras relaciones con los demás.
Si no admitimos nuestros fallos, las personas no confiarán en nosotros, porque seremos expertos en pasar el marrón a otros.
Incluso nos abandonarán, ya que pueden sentirse acusadas o víctimas de nuestro siguiente error.
Tener siempre razón es un claro signo de inmadurez y falta de confianza en uno mismo. Aquel que admite sus faltas, sus desaciertos, sus malas historias, se ganará el respeto de los demás.

14 comentarios:

  1. El concepto de error es tan relativo en la historia, como la posicion de las estrellas.
    Cambia cada dia.
    ...
    Una señora olvido unas sales sobre un cristal, dejandolas olvidadas en el fondo de un cajon oscuro. Descubrio la radiactividad.
    Un chico inquieto jugaba con una cometa en un dia tormentoso. Descubrio la electricidad.
    Tras un manzanazo en mitad de su perola, un matematico sintetizo la ley de la gravedad universal.

    Tal vez mañana mismo cometamos un error , un enorme y abismal cuezo de dimensiones galacticas. Y salvemos nuestra alma.

    Es cuestion de no acojonarse con lo que tu vecino llamaria un fracaso.
    Igual es la oportunidad de tu vida.

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  2. Ninguno de nosotros anda libre de pecado, así que nadie debería arrodillarse ante nadie. Si alguien se arrodillara ante mí para pedirme perdón, lo haría con él para acompañarle. Pedir perdón es otra cosa y requiere empatía.

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    1. Princesita, yo he sido testigo de algunas putadas y no estaría mal que el infractor se ponga de rodillas. Una cosa es que nadie esté libre de pecado, pero otra cosa es pegar a tu mujer, estafarle su patrimonio y dejarla en la calle (una de las que se me ocurre).
      Bueno, ya crecerás y te convertirás en la reina del Melón. Cuando hayas visto unas cuantas cosas verás como cambias de opinión.

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    2. Haría usted bien en no subestimarme por la ilustración que acompaña a mi regio rango. Un maltratador nunca pedirá perdón, no de veras, porque no es consciente del maltrato. Seguramente lo aprendió siendo vejado de alguna forma en su infancia. No se confunda, no lo estoy excusando, eso no tiene excusa. Los maltratadores suelen ser tan hijosdeputa (perdone el señor censor) que van a hacerse perdonar una y otra vez, desorientando a sus víctimas. Nunca le perdonaría, aunque se postrara ante mis pies. EL maltrato psicológico es mucho peor que el físico, en muchas ocasiones.
      No, mi marido no me ha maltratado jamás, pero digamos, que no vengan a darme lecciones a mí. No me conocen.

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    3. Se acaba de retratar a usted misma como muy bien describe Suso en su último párrafo. Qué seguridad, qué contundencia... qué lista!!!! lo sabe todo!!!

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    4. Anónimo, no eres más tonto porque no madrugas más.
      ¡Qué fácil atropellar a una señora !
      ¿Estás orgulloso?
      ...
      Te comportas como lo que eres.

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    5. El único que se arrodillaría ante ti para pedirte perdón es el fundador del Betis. Era un tío muy histriónico: se arrodilló ante el Papa frente a una multitud. Le molaban estas cosas.
      Yo solo me arrodillo ante Dios en la confesión (aunque normalmente me confieso sentado). Respecto a lo de pedir perdón, eso es muy bonito. Pero lo que hay que hacer luego es indemnizar: te pido perdón por robarte, pues devuelve lo que has robado. Eso es lo que jode, más que arrodillarse. Arrodillarse es muy fácil.

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    6. No pienso perder ni un segundo rebatiendo a Anónimo, Driver. Él mismito se ha puesto la medalla, pues hale, que se haga una foto y se bese toda la tarde con ella puesta.

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  3. Efectivamente,conozco algún caso así de alguien muy próximo. Un ex alumno de Viaro's, piadoso, de buena familia, que ha dejado a la mujer en la calle, con serios problemas en los hijos, y con unos cuernos importantes.
    ¿Ha pedido perdón?.Hasta donde sé yo, no, y sé bastante.

    Lo que sí ha pedido es la nulidad, y se la han dado. Por supuesto, lleva sus nuevos retoños a Viaro.

    ¿Tiene toda la culpa?, hombre toda toda, lo que se dice toda, quizás no.

    Se la bufa, porque éste lo de ponerse de rodillas lo tiene como costumbre...y , me temo, que también sexual.

    Y sí, hay que pedir perdón, no hace falta ponerse de rodillas.

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  4. En fin...el último comentario ha pasado el filtro por los pelos, pues hace un guiño inteligente para lectores que estén en el ajo.

    Toda vez que espero no se vuelva repetir, lo dejamos estar.

    En verdad en verdad, que del que se ha hablado es persona de confesión semanal. Muy hijo de puta, pero muy piadoso.

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  5. Hoy he comido con alguien. Me ha dicho una cosa que me ha llamado la atención: la valía de las personas también se mide por sus enemigos.
    Hoy se justifica todo: por enfermedad, por educación (o falta de educación), o porque "seguramente lo aprendió siendo vejado de alguna forma en su infancia"... No creo que deba ser así: como decía Serrat: "entre esos tipos y yo hay algo personal".
    http://www.youtube.com/watch?v=6MvAmDa8Kuo

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  6. Yo tampoco lo creo.

    Ayewr, hablando con una buena amiga de la historia del pederasta de Valdeluz yo defendía que de enfermedad , nada de nada.

    Esa es una buena excusa para salir al paso en un juicio.

    Los casos que yo he conocido- alguno salió vivo del asunto porque ya estaba fuera de tiempo la denuncia- está muy sanos.

    Lo que pasa es que el vicio hace costumbre, la costumbre necesita más, y el hábito se arraiga.

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  7. Lo del libre albedrío ya lo negó Lutero. Alguno debería leer La vida es sueño: la solución es el aborto (en el caso de Segismundo el aborto consiste en encerrarlo en una torre-cárcel). Así no hará mal alguno. Erasmo de Rotterdam, De libre albedrio: este si que se enfrentó a todos. No habrá un San Erasmo, pero sí un tío cojonudo; que es mejor que ser santo oficial. Como escribió Elogio de la locura, donde dejaba verde a los excesos del Vaticano (según algunos algo genético, que no es culpa suya, pobrecitos, no querían hacerlo, los papas con sus hijos y sus nepotes: nada, determinismo puro estilo Zola...), nunca lo canonizarán. Tampoco creo que le importe.

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  8. A ver, a lo mejor estoy equivocada, pero yo cuando he ido a confesar y me he arrodillado lo eh hecho pensando que me arrodillaba ante Dios, que es quién se supone que puede perdonar los pecados... Bueno, y también lo eh hecho gustosa para atar los zapatitos a mis sobrinos y para darles achuchones a tutiplén.
    Besos a todos, buenas noches!!!

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