domingo, 11 de mayo de 2014

NIÑOS CRUELES.


Hay algo en algunos niños que cuando se observa de cerca resulta estremecedor. Su crueldad.

Es un clásico de la literatura y del cine el género “niño cabrón”. En la realidad es algo misterioso y, a la vez, fascinante, la mezcla de atrocidad, insensibilidad e inocencia. Los que la han contemplado saben de qué hablo.

Cualquier mamífero predador , las bestias más sanguinarias, son corderitos de Norit al lado de una de estas criaturas que te miran con la dulzura de un Nen Jesús , y anidan en su pecho ideas que dejarían aterrorizado a Jigsaw.

¿Qué pensar de criaturas que les mola olerse el dedo?. Todos sabemos para qué lo hacen y, vamos, si ya empiezan así de niños, ¿qué no harán después?.

Es terripla, que diría Artur.

Somos una naturaleza jodidamente mal hecha. Parece que Dios se lució durante los seis primeros días de la Creación, pero el séptimo, que ya estaba cansado, le dio por hacer el hombre y debió pensar “bueno, ya si eso, descanso un siglo, y remato la faena. Hay que darle un  puntito de cocción a estos dos últimos”.

Y mientras descansaba llegó la serpiente y ya sabéis el resto.

Vista la pifia, como el de la Barba Blanca se sentía algo responsable de la chapuza, envía a su Hijo para que nos enseñe el camino del cielo.

Y en pago y recibimiento nos lo cargamos, y de qué manera. Con saña, y cebándose. Imagino a los críos de Jerusalén mientras pasaba con la Cruz acuestas las perrerías que le dirían y le harían.

Mark Twain escribió «A mi edad cuando me presentan a alguien ya no me importa si es blanco, negro, católico, musulmán, judío, capitalista, comunista... me basta y me sobra con que sea un ser humano. Peor cosa no podría ser».

Pues sí que hay peor cosa: un ser humano niño cruel.

6 comentarios:

  1. Hace unos días mi madre fue a buscar a su nieto al autocar que trae a los niños de Viaró a Canigó (ahora funciona así, de modo que te ahorras ir a buscar al niño y a la niña; los recoges a la vez, simultáneamente, al unísono). Se bajó el crío de seis años con una sonrisa de oreja a oreja: !me han hecho director! exclamó. Gran alegría de su abuela y de su hermana !!Director!! Tan pequeño y triunfando. Director ¿de qué? le preguntaron ansiosas. "De un puticlub", contestó orgulloso el crío de primero de primaria (le tomaron el pelo los mayores del autobús). Desde entonces no para de preguntar que significa "puti" (lo de club lo tiene claro).
    Esto no llega a muestra de crueldad, claro. Pienso que la crueldad existe cuando se trata a los otros como "objetos", no como "seres humanos": cuando se pierde la empatía.
    Hemos perdido la dimensión cósmica de la muerte individual, sumidos en la sociedad de masas. Hemos banalizado la muerte en las películas, en los videojuegos, en las noticias... Incluso en la vida espiritual: meros objetos para conseguir objetivos muy, muy elevados: la salvación de todas las almas. Hemos convertido a los demás hombres en meros objetos y, en consecuencia, hemos perdido la empatía.

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  2. Mi vecino ha estrenado coche.
    Orgulloso me lo muestra con la satisfaccion de quien siente la pintura metalizada como el estatus de ciudadano libre en la Roma Imperial.
    Al fin lo consegui !
    ...
    El hijo de otro vecino, seis añitos de criatura, juega en la acera con unas puitas de acero y unos taquitos de madera.
    Y tu, campeon, que quieres ser de mayor ?
    Carpintero, pero de los que hacen barcos.
    Sabias que las puitas se denominan " puntas de Paris " ?
    No me importa.
    ...
    Mojamos el coche con unas cañitas, mientras que el ciudadano libre de Roma paladea su nuevo estatus social, acompañado de unas croquetas de pollo.
    Salimos de nuevo a la calle y nos disponemos a dar una vuelta en la recien comprada cuadriga.
    De pronto, el cielo se abre, caen rayos y centellas, el ciudadano libre blasfema y lanza un juramento a los dioses, inapropiado para repetir en domingo.
    ...
    El coche ha sido circunnavegado perimetralmente con una rallajo profundo y claramente malintencionado.
    Como si alguien, por el placer de hacer el mal, lo hubiera rallado con una puita.
    Osea, con una punta de Paris.
    ...

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  3. No estoy de acuerdo en la influencia de películas, videojuegos y noticias: quien debe neutralizar el uso o influencia de éstos en la vida del niño son los padres. Los que son crueles y enseñan crueldad o intolerancia son los padres. El resto no tienen tanta influencia.

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    1. Es una cuestión cultural, lo invade todo. Podrías encerrar a tu hijo en un búnker, pero luego no estaría preparado para salir. El papel de los padres es educar y acompañar, pero en mares turbulentos siempre habrán olas de veinte metros de altura. Es difícil explicar que todos están equivocados.

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    2. Me acuerdo en los años ochenta, cuando llegó una nota a los centros de la obra prohibiendo poner discos de grupos ingleses y americanos porque las letras, aunque no las entendíamos, eran guarras. Es imposible poner puertas al campo.

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  4. Creo que las famosas notas pretenden desconcertar y culpabilizar, eso es todo.

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