Domingo 19 de mayo , misa de 12.30 en la Parroquia
de Santa María de la Vega.
Estoy sentado en el último banco. Una
familia entra y se coloca en mi misma fila: papá, mamá, dos niñas
preadolescentes...cinco minutos después aparece un chaval de unos 16
años. Va pelao al cero. Le dejo pasar para que acompañe a sus
padres.
El padre lo mira y le dice de una
manera, digamos que algo violenta, pero reprimida por el lugar santo,
le medio susurra tenso , “¿ se puede saber por qué te has
cortado el pelo al cero?, ¿qué ha pasado esta noche?”.
“ ¿ Así que el chaval pasó la
noche fuera y sus padres y hermanas descubren al último mohicano en
misa?”, coligo para mis adentros.
Papá y mamá lo miran como si el
chaval estuviese desnudo...las niñas “¡ualaaa, ualaaa, ¡pero qué
has hecho!”
- No sé- contesta el mohicano.
- ¿Que no sabes?, ¿que no
sabes?...¿no sabes si te has cortado el pelo?- pregunta el padre,
mientras la madre suspira “Dios mío, qué has hecho?”
- No sé- insiste en su argumento el
chaval.
- ¿Pero qué le ha pasado a tu
cabeza?, ¿no sabes qué le ha pasado a tu cabeza?- repregunta el
padre observando con asco la cabeza rapada.
- No lo sé.
- ¡Joder!, ¿pero no saliste de
casa con la cabeza puesta?...¿no estuviste toda la noche con ella,
o la dejaste prestada a algún amigo, ¡coño!, ¡qué ha pasado!
- No lo sé.
Comienza la ceremonia y el padre le
avisa “a la salida hablamos”.
Las hermanas, literalmente se están
partiendo la caja , poniendo cara de “¡UALAAA!”
A la madre le están dando los siete
males , parece la Dolorosa apuñalada en su corazón.
Pensé, “¡esto no me lo pierdo por
nada en el mundo!: a la salida les sigo a ver en qué queda la
cosa!”.
Salí detrás de ellos (habían
esperado a que se despejara el templo, tal vez para que no hubiese
testigos de los hechos que se iban a perpetrar).
Me puse en el jardín de la plaza a
prudencial distancia de la familia.
- ¿Qué ha pasado que estás así?
- ¿Así cómo?
- ¡Así, cojones, calvo!
- No sé...
. ¿Pero cómo que no sabes?, ¿esa
cabeza es tuya, o no?
- Psí
- ¡Dónde coño está el pelo,
¡joder!
- No sé.
- ¡Lo que habrá hecho! -
interrumpe la madre- pero cuéntanos qué ha pasado.
- No sé...
Y se fueron al coche, los padres, las
hermanas, y Nosé.
En fin, pensé, “¡bienvenidos a la
adolescencia!”: nadie os dirá qué hay que hacer con gente que en
los próximos cinco, seis...diez, ¡quince años!, su única
respuesta será: “ no sé”.
Y no busques ayuda psicológica porque
el psicólogo te dirá, si es honrado, “no sé”. Y te contestará
a tu consulta “no sé”, porque la mayoría de los psicólogos
son como tu hijo con 20 años más.
Los del Betis son lo espabilados que cogen a los chicos en está situación para que abracen el celibato y la entrega a su organización. Algunos sí saben lo que se hace.
ResponderEliminarAhí hay otro problema más allá de la aborrescencia, te lo digo como madre de 3. Los "nose" son más comunes de lo que parece, y no son graves en si mismos.
ResponderEliminarSe tomaría tres cervezas con los amigos, a continuación se apostaron cualquier tontería y terminaron rapando al pobre pollo...
ResponderEliminar-Si el Madrid gana la Champions me rapo al cero.
ResponderEliminar-¿A que no hay?
-¿A que sí?
Zas!!
jolin , esta es fácil : La décima. Lo cual no se si es mejor que el nosé
ResponderEliminar¿Qué les pasa últimamente a los futbolistas con los barberos? ¿Por qué esos cortes interruptus de pelo? ¿Por qué apuran mucho por aquí y nada por allá? Son señales de algo, pero, sin duda, nos faltan datos.
ResponderEliminarSería del Atleti, porque era en la Misa del día 19...
ResponderEliminarUn domingo no hace mucho, cena familiar, Javi, 15 años. Comentarios sobre una película que se estrenaba ese finde. Dábamos cuenta de una bandeja de filetes de pechuga rebozados.
ResponderEliminar- Y tu que piensas Javi?
- Yo no pienso, contestó Javi, y continuó masticando su filete.