viernes, 23 de mayo de 2014

UNA TARDE DE DOMINGO.

Veo en la plaza de Arroyo jugar a los niños al caer la tarde los fines de semana.

La madres van vestidas para ser vistas, alguna  sin ocultar alguna su condición de Choni. Son mujeres que antes saldrían desnudas a la calle que “con estos pelos”. Sus conversaciones tratan sobre esos hijos y sus cosas: el colegio, tal profesora, no sé qué fiesta.

Se dan aires de ricas...pero basta girar la cabeza y contemplar la tribu de ellos para entender.

Los papis son, en general bastante urcos. Muchos van con la camiseta del Valladolid, equipo que baja a segunda esta tarde. No hablan de sus niños. Tratan de cosas que no tienen: coches, motos, una comida que tuvieron en tal restaurante, en fin, de lo que hablan los hombres cuando están juntos.

En esto hemos evolucionado poco. Yo creo que Adán, cuando hablaba con sus hijos tratarían los mismos temas:

- ¿Has visto que taparrabos que lleva Seth?, ¡qué chulada!

- Sí, pero es de hortigas.

- ¡Ya, pero del Eufrates!!

Son padres jóvenes , con una producción hijícola de latigazo: un niño, una niña, o un niño y una niña, Y a esterilizarse.

Loa poetas han cantado al amor que se inmortaliza en el hijo. Dejar huella. Ya. Pero dentro de muy pocos años estos padres le pedirán a su hijo que no revelen a nadie quienes son.

- Invéntate otro nombre, ¡coño!, que me das vergüenza.

Derrepenete, deyá, apareció el niño querido del alma.

Y hoy, en el parque, los ves con cara de “¿por qué cojones tuvimos a este crío?....¡con lo felices que vivíamos sin él! : esas tardes largas, tranquilas , viendo el fútbol , o una película, juntos, o escuchando buena música, cenando en la intimidad, cuando podíamos hablar frases enteras sin que te interrumpiera este cabrón, y que todo lo que uno podía desear era estar con tu chica...."

" Y ahora venimos al parque para que se desbrave y no ande convirtiendo mi sofá en un trampolín - el que compré en Rocher Buvuá para ver la tele en Homecinema - y no hagamos más que ver la misma puta película de Toy Story diez veces al día, porque es con la única que está calladito.

¡En qué puto momento dejé de contemplar a Scarlet Johanson en la pantalla, para escuchar “¡Hay un amigo en ti!”, y delante una reproducción fiel en cabezón de mi mismo!...¡Cojones, tiene mi cara, pero ese melón es del padre de la Vane".

No creo que la mayoría de esos padres hubiesen dicho un día “Vane , quiero tener un hijo contigo fruto del amor que nos tenemos”.

- Y yo, mi amor.

Creo que no va así exactamente la cosa.

Los niños se sabe que se tienen cuando ella sentencia “no me viene...”.
- ¿Y eso?

- Bueno...¿te acuerdas aquella noche que fuimos a cenar , que la cogiste guapa, y tuviste un calambre dentro del coche al regresar?

- ¿Cuando estábamos en la parte de atrás del...?

- En el maletero, exactamente.

- ¿Allí fue?

- Yo creo que sí...

El hombre mira a los niños en el parque:

“¡Joder!,¿cómo no nos dimos cuenta cuando íbamos a comer a restaurantes en los hijos de las familias que estaban a nuestro lado?: de aquel cabroncete que mojaba los panes en el vaso de agua que acababa de traer el camarero a la mesa, mientras la madre daba la papilla a un bebé con una mano, y con la otra levantaba a una niña del suelo, la sentaba en la silla, y la hija de puta de la niña se deslizaba de nuevo para volver a caer al suelo entre risas histéricas?

Pero , entonces, sólo teníamos ojos para nosotros, ajenos a todo....y pensando que lo nuestro sería distinto.

13 comentarios:

  1. Una entrada realista y francamente cruel ... casi desoladora.

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  2. Somos mas los del otro lado, pero hacemos menos ruido, tanto los padres como los hijos

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  3. Pero tío, a que sitios más raros vas...

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  4. Supongo que tener hijos es la búsqueda de la inmortalidad de nuestra carne, que decía Unamuno. Sea por eso o por algo más, hoy viernes toca bajar al parque con mis dos retoños y aunque recuerdo mis maratones de cine o lectura, de momento no los cambiaría por ver a mis carnes jugando como monos en un parque lleno de las carnes de otros. Dentro de unos años ya os contaré si me mantengo en este sueño de inocencia y esperanza.

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  5. Tu no perteneces a ese perfil Elimas
    si creo que eres quien eres

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  6. La escena de Dick Bogarde en "Un Puente Lejano" aconsejando a su subordinado que descanse porque éste duda del éxito de la Operación Market Garden, revela el miedo de los padres cuando sus hijos conocen perfectamente las debilidades del padre.

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  7. ¿Por qué tiene cada uno hijos? Las motivaciones son diferentes: igual que se puede leer un libro para disfrutarlo, o para contárselo a los demás. Los sacrificios que se exigen hoy a los padres son enormes. Las satisfacciones probablemente no los compensarán. Por eso pienso que los abuelos se centran en los nietos, desmoralizados con lo que han traído al mundo. Al menos queda la esperanza.
    Yo he quedado fuera del río de la vida.

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  8. Llevo años entrando es tu blog, aunque nunca había participado, al menos que yo recuerde. No sé a quién te refieres, aunque lo intuyo por algunas entradas.
    Al escribir el comentario me ha saltado una ventana para hacerme un blog con mi cuenta de google y si te soy sincero, no tengo ni idea de si aceptando las condiciones para publicar el comentario he creado uno. Mis conocimientos de informática son lamentables como puedes observar pero ya me he dado a conocer. Gracias por tu blog, que suelo leer incluso antes de la prensa diaria y prometo dar señales de vida alguna vez que otra para que veas que soy yo y no ese "otro". Un saludo

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    1. Escribe en tu propio blog,, Elimas, no te preocupes por la informática que sepas.

      Cuenta tus cosas...y sé perseverante.

      Son muchos los que empiezan, y pocos los que siguen.

      Y no busques que te lean...escribe para ti.

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    2. Gracias por el consejo, aunque conociendo mi pereza impenitente no creo que sea capaz de mantener un blog actualizado dos días seguidos. Quizá valga la pena intentarlo, así que te tomo la palabra. Nos vemos por estas líneas.

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  9. Muy interesante esta entrada. Voy de vez en cuando por Arroyo. Coincido en tu punto de vista, por lo que observo, la mayoría de gente joven que allí reside, en torno a los 30 años, me da la impresión, por su forma de comportarse, vestir y actuar, que son "quiero y no puedo". Ellas de chapa y pintura, la mayor felicidad es ir pintadas como una puerta (o asistir a cuantas mas bodas/bautizos/comuniones para lucirse); ellos soñar con lo que nunca tendrán. Un saludo Suso. Algún día te he visto por la calle. Me gustaría tomar contigo un café y charlar.

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  10. ¡Cuando quieras!

    Aunque esta entrada tiene mucha ironía, y a veces no todos la pillan (quizás porque me paso de frenada)

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