jueves, 2 de octubre de 2014

ORDESA.

Ayer quedaba por visitar la última de las excursiones que hicimos en el viaje de novios.

Fui a Nerín, un pueblín que se encuentra en lo alto del Cañón de Añisclo, como un nido de águilas.

Allí , durante años, fui con mucha frecuencia.

En Lérida, tuve un conocido que le diagnosticaron un cáncer terminal. Tenía tres hijos, y me pidieron si los podía llevar de excursión para evitar que vivieran el final de su padre.

Un día los llevé a Nerín.

Allí hay un restaurante- albergue, que atendía una señora. Al verme con los tres críos, comentó algo de lo majos que eran, y tal. Le contesté que acababa de enviudar, y que los llevaba para intentar olvidar y encauzar nuestra vida.

La mujer se conmovió, y nos invitó a comer, y a los helados.

Pasaron unos diez años, y aparecí allí con Manuela.

Y la señora, al verme, me pregunta: "¿qué tal están sus hijos?".

A Manuela le cambió la color..."¿hijos?...¿tienes hijos?"."Ya te digo luego", le susurré, y a la señora le presenté a mi mujer, y le dije que los niños muy majos.

Me tuve que emplear a fondo para convencer a Manu que no tenía tres hijos.

Fui a Nerín y el Albergue estaba cerrado.

No sé por qué decidí ir en coche hasta el inicio del camino a Mondoto. Y escribo "no sé por qué" porque iba de calle, sin ninguna gana de pegarme una paliza.

Mondoto es, sin dudarlo, el mejor Balcón al Pirineo que he conocido.

Allí he ido decenas de veces, pues es una excursión sencilla, de una belleza en la cima que sobrecoge. He subido con muchísima gente, en todas las estaciones del año.

Al llegar al inicio de la senda a Mondoto, hay una valla que prohíbe el paso a otra senda que asciende a la Sierra de las Cutas ("Cutas", he escrito, si fuera con "P", sería "Cupas"). Esa valla, con candado, siempre está cerrada. Siempre es siempre. Ni una sola vez en las decenas de veces que fui allí la encontré abierta.

Incluso pedí permiso al Parque Nacional de Ordesa para poder ir por esa carretera. Y me lo negaron, pues espacio especialmente protegido.

Pues bien, no sé por qué, fui allí y...¡coño!: la valla está abierta.

Que cada uno piense lo que quiera, pero para mi no fue casualidad: fue el último detalle de Manuela. Porque ella sabía mejor que nadie a uno lo que más le hubiese gustado es haber subido con ella a ver esa maravilla de la Sierra de las Cutas, una vista aerea y panomárica sobre el Valle de Ordesa.

Veinte kilómetros después, y dándole gracias por el detalle, me asomé a un mirador...

Y todo era Otoño, y una belleza, un silencio, y una inmesidad, y la cercanía de Manuela...

¡Joder!,¡ qué maravilla!












4 comentarios:

  1. ¡Qué fotos tan bonitas! Te mandamos nuestro cariño
    Pétalos de rosa

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  2. El día 9 vamos para allá, cerca, unos días y sabiéndolo le contare la verdad para que la próxima vez te diga algo.

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  3. Oye Suso. Esto es así? http://www.periodistadigital.com/religion/espana/2014/10/01/antonio-esquivias-ex-numerario-si-dejas-el-opus-te-ves-con-una-mano-delante-y-otra-detras-iglesia-religion-sacerdote-secularizado-anos-trabajando-cotizar.shtml

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  4. Enhorabuena por cambiarte el amarillo!!! Un abrazo

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