Hace dos meses, de visita en
Barcelona, me encontré por la calle, cerca de la iglesia de Bonaigua,
a don Eduardo, aunque tal vez hoy sea Mosén Eduard.
Gallego serio, con cabeza rugbiana,
ojos asiáticos , filiforme y lembreño. Tenía los cabellos
engrasados con una gomina abundante, espesa, líquida, cruda.
Su único deporte era andar por los
pasillos leyendo libros de alta teología. Presumía de intelectual ,
y abominaba de la frivolidad e insustancialidad que observaba en el
resto de los mortales nosotros.Las veleidades humanas le eran ajenas.
Predicaba con voz engolada, impostada, acompañada de gestos pretendidamente solemnes, aunque algo histriónicos, que
le daban una seriedad acartonada. A veces se
convertía en una caricatura de sí mismo.
El haber estado en Roma junto a san
Josemaría sumaba puntos a su biografía. Era un exégeta de la vida
del santo, al que le interpretaba con imaginación idolátrica.
Se daba mucha unción predicando.
Gustaba de darse tono omitiendo las “e” de los finales de las
palabras terminadas en “te”...”important...” ,
“impresionant...”, “efectivament...”, “exactament...”.
La “t” final la escupía con
gracia, y le daba un aire de tío cansado de saber tanto y andar con
zascandiles como nosotros. Ponía cara de intelectual hastiado.
En ocasiones, se ponía más
trascendente (“transcendent”) y apoyaba las manos febriles,
nerviosas, sobre la mesa de meditaciones, y las aleteaba mientras
exclamaba trémolo y con emoción entrecortada , “¡hermano, mío,
hermano mío!, ¡estudio, estudio, estudio,!, ¡sustancia, seriedad,
gravedad!”
Una mañana de primavera íbamos en
coche otro y yo por la calle General Mitre, y nos lo encontramos
andando por la acera. Iba serio, atente ac devote, mirando al suelo,
ajeno a la maravillosa luz de aquel día. El alzacuellos le daba un
aire quelonio al gaznate.
Bajamos la ventanilla y comenzamos a
gritarle “¡cuervo!”,”¡escarabajo!”, “rata de
sacristía!”...
Pensamos, en nuestra ingenuidad, que el
hombre nos miraría y le haría gracia la broma...pero no, introdujo
la cabeza dentro del cuerpo hasta que la nariz se asomó por el
alzacuellos, y aceleró el paso musitando jaculatorias de desagravio,
supongo.
A la hora de comer , don Eduardo, con
rostro preocupado y grave , comentó “este país está volviendo al
guerracivilismo y al anticlericalismo”...”esto va de mal en
peor”..,
- ¿Y eso?- le preguntan.
- Hoy me han insultado por la calle
“cuervo” y “cucarach”
- ¿Cucarach?
- ¡Cucarach!
- ¡Esto se hunde!
Pero la mejor de este dechado de
“charme” fue en Can Nadal, una casa de convivencias en Gerona.
Estábamos viendo la película “La
princesa prometida”. Seríamos unas 60 personas, todas maduritas.
Hay un momento en la película que se
gira un obispo, mira a cámara, fija sus ojos en los novios que van a
casarse...silencio...y dice el prelado con voz gangosa “¡EL
BADIBODIO ED UN DUEÑO DENDO DE ODO DUEÑO!” (el matrimonio es un
sueño dentro de otro sueño”).
Rompimos a reír los 60 piadosos
espectadores. ¿Qué digo a reír?...¡a descojonarse!.
Don Eduardo no estaba preparado para
semejante espectáculo.
Llevado de un celo que le consumía, se
levanta de su sillón, se planta delante de la televisión , y
anatemiza a la peña con unción vehemente...”¡hermanos míos!,
¡hermanos míos!...¡nos estamos riendo de una burla a la
iglesia!”...”¡¡¡por favor!!! (y las manos le temblaban
nervudas)
Para él eso era la cúspide de la
poca sustancia y la frivolidad.
- Oye- le dice uno que no veía la
pantalla por culpa de Eduardo Moisés con las Tablas en la mano a
puntito de romperlas contra el suelo- si no te gusta la película ,
pues no la veas, pero aparte de allí, ¡coño!
No se me olvida la media vuelta que
dio, la sotana a la verónica en el volteo, mientras salía de la
sala de estar gritando y dejando la “c” final suspendida en el
aire...”¡¡¡GROTESC...”...”ESTO ES GROTESC...!!!
¡¡¿llevaba la sotana puesta para andar por casa??!! ¡Con lo que debe costar planchar ese pedazo de abrigo! Ya lo único que me falta por oir es que usaba pijama con alzacuellos...
ResponderEliminar¡Por supuesto que llevaba sotana!
ResponderEliminar¡Lo has clavado! ¡Era la ortodoxia con patas! Fue unos días a Roma a una comisión especial o no sé qué con Don Álvaro, a la vuelta nos frió a meditaciones "ensucradas"
EliminarPor lo menos os podíais descojonar a gusto. En un centro de Mujeres de Madrid, la directora, una médico recién licenciada, que alardeaba de haber renunciado al novio y que, efectivamente, era realmente atractiva, en mitad de la película, cuando los protagonistas se besaban, nos miraba a nosotras, una a una, con exagerada atención... Siempre me ha quedado la duda de sí era lesbiana.
ResponderEliminarSuso, perdona por volver a la entrada de ayer, pero en el HZ de los 80 con Boza, D. Javier, Pardos, de Pablos, Dionis, Herbert, Avellaneda, aceitera, aceitera, erais la envidia del resto de centros de Cataluña y especialmente de Barcelona. Te aseguro que unos cuantos deseábamos ser trasladados a HZ porque efectivamente aquel ambiente era increible.
ResponderEliminarFdo. ex bético, ahora sevillista
La verdad es que fueron años con gente irrepetible- la mezcla gente tan peculiar hizo un coctel bastante fuerte y original
ResponderEliminarNo se responden consultas sobre donde está no sé quién...
Eliminar"Un cura al que los fieles aplauden mentalmente muchas de sus homilías" (fin de la cita); me recuerda al Furby, que le han traído los reyes a una sobri (es divertido). Aplaude con las orejas, y me imagino que debe ser mentalmente.
ResponderEliminarhttp://infocatolica.com/blog/germinans.php/1103221210-el-opus-dei-en-barcelona
Jajaja! Me encantan tus historias de curas notas...¿Y por qué siempre ponen La Princesa Prometida en el Betis? Son esas cosas que les gusta hacer, todos a una como Fuenteovejuna y sin motivo aparente... Emma Morley.
ResponderEliminarNo sé si te llegó el libro, Morley....¡ains!
EliminarNo aún, miro el buzón todos los días y nada... Supongo que han sido fechas complicadas en correos y habrá que tener paciencia... Estoy deseando que llegue
EliminarAcabo de leer el enlace, ¿Qué sabéis del padre Díaz?
ResponderEliminarNo había leído el link...¡¡¡IMPRESIONANT QUE APLAUDAN MENTALMENT!!!
ResponderEliminarComo el padre Díaz lea que le llamas "padre" te canta "yo tengo una bolita que me sube y me baja" o, en su defecto "qué coseiiii"
ResponderEliminarNo es mi intención cambiarle el nombre al padre Díaz, ¡pero es lo que pone en el link! si acaso tendrá que vérselas con él el pelota que ha escrito la reseña sobre los curas de Bonaigua...
ResponderEliminarsevillano
Quiero reivindicar al Club Padua (de la calle Padua, igual que Herzegovino, que estaba en la calle Herzegovino). Os mando un link a un número que preparamos para la fiesta de Navidad de Padres:
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=2Tyutdn_bmA
¡Bonito, bonito, bonito!
EliminarP.R. está igual.
Pues esta canción, o la cantaste tú o Pablos. La introducisteis con aquello de "cuando la mili se hacía con lanza", en Torreciudad, año de Jesucristo aprox. 1983
Eliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=kpKGTLVC-18
El vídeo muy jotín. En México, jotín es lo que parece.
ResponderEliminarY los que estabamos "en tierra infiel", osease en el eixample antes de tu llegada, ni te cuento la envidia sana de aquel HZ...
ResponderEliminarSuso, nostalgia?
ResponderEliminarhttp://herzegovino.blogspot.mx/2008_03_01_archive.html