jueves, 2 de enero de 2014

VIVIR EN EL AMOR.



Me parece que el debate sobre si uno tiene vocación a pertenecer a alguien, o a algún grupo, no tiene sentido. Es una idea demasiado abstracta como para buscar en serio la verdad de la vida de cada uno. Si en lugar de preguntarnos si se puede alcanzar la vocación en general, no sería mejor preguntarnos quién eres, quién soy, y qué coño hacemos aquí abajo durante los años que nos han sido dados.

 ¿La vocación es una llamada que alguien te hace para que te encuentres realizando en esta vida lo que alguien pensó, con toda su buena fe y voluntad, que era tu destino en este mundo?.

He aprendido que el vicio, se contagia, y se contagia por contacto, por fascinación, por seducción, por emulación, por imitación y por repetición. Y también sé que se contagia el amor en todas sus facetas , y con la misma fuerza, y en el mismo sentido.

Para muchos la vocación, incluso la espiritual, la matrimonial, la profesional, o la familiar, está basada en un engaño: es el fruto de un estado que en su día nos atrapó por su capacidad de provocar en nosotros una respuesta que después no supimos mantener, más que nada porque es imposible estar “enamorado” de esa forma con tanta intensidad y tanta energía.

Ayer me decía uno que su mujer le ha dejado, no por otro, sino porque estaba harta...” "me dice- comenta-  que ya no está enamorada...¡vaya chorrada,yo tampoco lo estoy!, pero ¿dónde vamos a estas alturas , cuando tenemos la vida ordenada?”.

Si no estás enamorada, efectivamente, lo mejor es dejarlo, aunque me temo que hay más tema de fondo que el sencillo “no tengo mariposas en el estómago”. Habría que saber qué significa para esa mujer "no estoy enamorada".

Yo creo que hemos nacido para ser lo mejor que podamos ser , a eso le llamo vocación. No se trata tanto de “estar enamorado” como de “ vivir en el amor”. Estar enamorado es muy difícil. Muy cansino. Vivir en el amor es programático. Yo no quiero estar enamorado nunca más en mi vida. Yo quiero vivir en el amor, que es otra cosa que nada tiene que ver.

La biografía de muchas vocaciones es el relato de la historia de burócratas de su propia entrega. Hubo un inicio de aventura, de pasión, de ideal, de proyecto. Ahora no hay más  que normas, costumbres y horarios que cumplir.

Si eres incapaz de no ir al círculo, porque hay que asistir, sin quedarte en casa a atender a los críos, de no visitar a ese familiar enfermo, de romper tus rutinas por alguien cercano a ti que te necesita, entonces, ¡qué cojones de vocación tienes!. 

Eres arquitecto, pero no puedes atender a tu hijo porque tienes que acabar un proyecto, eres sacerdote, pero no puedes visitar a las once de la noche a un enfermo porque hay partido del Madrid, o te ventilas una absolución bien hecha, por un garabato porque tienes que comer, serás  lo que quieras ser, pero entre tu vida y la de los burócratas no hay ninguna diferencia...y contigo no podemos contar para nada.

Y ten cuidado con la palabra "vocación".

4 comentarios:

  1. En las profundidades abisales del Oceano Pacifico, la presion provocada por el peso del agua es tan intensa que sigue siendo inaccesible al hombre.
    Batiscafos, camaras submarinas robotizadas, tecnologia espacial. Nada de nada, monada.
    El amor, la vocacion, la belleza, son tambien simas insondables donde la naturaleza humana encuentra sus titanicos limites.
    ...
    Y al final, todo es de una simplicidad asombrosa.
    Los peces abisales conviven con la increible presion, simplemente porque no se oponen a ella y la dejan pasar a traves de su cuerpo.
    Y los humanos aprendemos a convivir con los misterios del alma, convirtiendo nuestro paso por este lado de la Galaxia en una permeable experiencia de almas transparentes.
    Y de la misma forma que los seres abisales.
    Sin oponernos a la naturaleza del medio.

    ResponderEliminar
  2. Qué bien lo has dicho: No se trata tanto de “estar enamorado” como de “ vivir en el amor”!
    Todo un programa para este 2014 que empieza!
    Y gracias por encontrar cada dìa el Barullo!

    ResponderEliminar
  3. “El hombre solo puede decirse a sí mismo qué es él, en cuanto se dice lo que él quiere y puede llegar a ser” (Rahner). Cada día estoy más convencido de la importancia de la antropología, de la visión que tenemos cada uno de nosotros del hombre, que es lo que nos lleva a Dios. Y que solo puede ser personalísima.
    Yo también sé de una mujer que recientemente ha sido abandonada por el marido, no se sabe por qué. Pero el señor ha hecho más viajes a Medjugorje que yo al gimnasio, donde se le aparece la virgen (a mí en el gimnasio no ¿eh?). Incomprensible.

    ResponderEliminar
  4. ¡¡¡Feliz año a todos!!!
    Entrada maravillosa hoy. Yo he empezado el año pifiandola, precisamente por no vivir en el amor. La mayoría de las veces vivo en el yo. En fin, menudo desastre. La historia de mi vida...

    ResponderEliminar