Para evaluar la calidad de vida de las personas, y de los países,
seguimos guiándonos por criterios económicos. El famoso estado del
bienestar, del que algunos comenzamos a estar bastante hartos, se
identifica, o nos lo quieren hacer identificar, con estadísticas,
comparaciones con otros países de nuestro entorno (otra frase que
escuchamos a diario y que no significa nada...¿qué es eso de
nuestro entorno?, ¿qué somos igual o más tontos que nuestros
vecinos?.
Hay otros criterios que aplicados a nuestra vida sí que nos
permiten tomar nuestra temperatura respecto a eso que llamamos
“calidad de vida”. Están más que demostrados y testados, y no
tienen nada que ver con el dinero, la posición o la posesión.
Son cinco fundamentalmente.
Sintoniza con los demás:relaciónate con los demás ¿Inviertes
tiempo y energía en aquellos que amas?
Muévete : Sal a la calle y da un paseo, enciende la radio y baila
un poco, haz algo de deporte. El ejercicio tiene una gran influencia
sobre el humor y la actitud ante la vida.
Para y observa: Fíjate en el mundo cotidiano que te rodea, la
gente que te encuentras, el cambio de las estaciones, tus propias
sensaciones y sentimientos, tus necesidades, etc.
No dejes de aprender : sé curioso, pregunta, no dejes de aprender
más cosas a lo largo de toda tu vida. Las personas mayores que
siguen aprendiendo cosas nuevas se mantienen en mucha mejor forma
general que aquellos que no lo hacen. Por muy mayor que seas, siempre
puedes sentarte en una farmacia y preguntar el por qué de tal
medicación, o pasearte por un mercadillo y dar la brasa con tal
fruta...lee, escucha y no te cortes.
Sé muy generoso: El acto de dar, de ofrecer y compartir con
otros, está cableado de manera natural en el ser humano. La Iglesia
Católica le llama “Comunión de los Santos “. Está demostrado
que hay una corriente que nos hace sentir en contacto unos con otros,
y que si la conectamos, nos hace mejores.
Nos sentimos bien cuando damos. Se hizo un experimento en el que
se trabajaba con dos grupos de personas. Por la mañana, a los
componentes del primer grupo se les dio 100 leuracos a cada uno y se
les dijo que lo gastaran en sí mismos. A los del segundo grupo se
les dijo que lo gastaran en otros. Al final del día, los del segundo
grupo se encontraban mucho más felices.
Como ves, son cosas muy sencillas, y muy baratas, y tu "calidad
de vida" irá viento en popa.
Alguien tendra que explicar algun dia que el ser humano, aparentemente egoista e insolidario, puede aprovechar las costumbres y habitos adquiridos durante siglos en desarrollar precisamente la actitud contraria.
ResponderEliminarAlgun valiente habra que explicara que el amor al projimo se basa en el amor a uno mismo, y que el motor que mueve el mundo es un egoismo bien entendido, que nos empuja primero a nuestra felicidad, y despues a la de los demas.
Y que ambas, tan solo son caras paralelas del poliedro de la vida.
...
Algun dia, un valiente nos convencera de ser egoistas, como primer paso para comprender la grandeza de la generosidad.
Y que los conceptos aparentemente opuestos, son en esencia complementarios.
Tal vez nuestro paso por este planeta consista en aprender la intima relacion entre lo que nos enseñaron como conceptos opuestos.
Y que ese dia se nos habran las meninges.
En canal.
todo tan sencillo y tan obvio....... Gracias Suso (por cierto, sales muy desfavorecido en la foto, espero que aterrices como puedas tu tambien ;)
ResponderEliminarNo se sí tiene mucho que ver con el tema de hoy pero me apetece contarlo, sobre todo porque es algo que no se me olvidara en la vida. Fue hace ya unos años, en un aeropuerto a la vuelta de un viaje a la India. Creo que estábamos en Nueva Delhi. Duti Free Shop... Yo iba con un trancazo de película, y el estornudo que solté fue de campeonato. Bueno, pues tras un par de semanas de budismo, induismo, ateismo, de todo menos cristianismo... Oigo: ¡jesus! , en inglés, dicho por una india sonriente que pasaba por allí. Os digo que me emocione muchísimo, muchísimo.
ResponderEliminarY no estoy menospreciando a ninguna otra religión, pero aquel suceso en un país inmenso, donde el cristianismo es una anécdota, ... Eso, me pareció casi un milagro.