AVE a Córdoba, a las 7.45 h.
Una mujer ejecutiva agresiva , algo
tigresa, de tendencias florales easy wear, habla por teléfono al
viento imperio.
“Sí, Mivi”, dice de vez en
cuando...”¿entiendes, Mivi?”...”oye, Mivi”...
Lo de “Mivi me tenía desconcertado.
“¿Mivi?”...¿qué cojones
signigfica Mivi?.
Cuelga y se dispone a leer el “Hola”.
- Perdone- le pregunto. La he estado
escuchando y me preguntaba qué significa “Mivi”...no lo había
oído nunca.
Se ríe , mejor se despachurra, la
señora, y contesta.
- “Mivi” es “Mi vida”. Así
le llamo a mi pareja.
Cuando alguien a su “Mivi” le llama
“su pareja” está claro que estamos con una auténtica liberada.
La gente formal no hablamos de “mi pareja”, hombre.
Lo de “Mivi” no lo había oído
nunca. Típico lo de Gordi, lo de Cielo, lo de Cari...
Yo la llamo Manu, y va que arde. Y yo
soy Suso.
Me dicen que a Tomás López Pizpireta,
la fuente es muy de fiar, contrastada, su mujer le llama “papá”.
A mi que tu mujer te llame “papá”
me parece lo pedor de lo pedor. Pedor que “Mivi”. Me parece que es de tortazo a “papá”.
¡Por favor!.
Seguimos el viaje hablando. La señora
se llama Elisabet, y tiene tres tiendas de ropa de moda , una en
Córdoba, otra en Madrid, y la tercera (la terce) en Pozuelo. Está separada, pero se lleva
muy bien con su ex, que es socio de la empresaria. Tiene dos hijas.
Parece que son listicas porque una estudia Management en UNIR, y la
otra está en Publicidad. Nació en un pueblo de Córdoba que se
llama Algar.
A su familia le llaman “los Tacitas”.
Parece que a su abuelo le faltaba una oreja, de allí el apodo que le
cascaron, que me pareció de una crueldad extrema.
Nos despedimos en la estación de
Córdoba.
- A todo esto, ¿tú cómo te
llamas?- preguntó.
- Suso...pero en mi casa me llaman
“Mipó”.
- ¿Mipó?...¿de qué viene Mipó?
- Déjalo, son cosas de mi mujer.
ya ya.
ResponderEliminarY en México, entre cierto elemento poblacional, a la pareja hombre se le dice " mi vido" (Horror).
ResponderEliminar"Mivi" seguro que era Mi Vidita y "Mipo" debe ser Mi...
ResponderEliminarLo de papá me recuerda a una que le llamaba "padre"; todos los hijos le llamaban así, por supuesto.
ResponderEliminarMopó???? perdona, pero ahora lo explicas, que aquí no se deja con la incógnita.
ResponderEliminar¿habeis visitado Canarias? en cualquiera de sus islas, ninguno tenemos nombres, todos somos "cariño, mi vida, mi niña/o, mi amor" Y eso a desconocidos, imaginad en privado ;)
¡Qué alegría , y honor , leer a Gonzalo Viveiró por aquí!
ResponderEliminarYo soy muy amigo de poner apodos. A uno que se llama Quim le llamo Raikonen. A Domingo, el del bar de la esquina, le llamo Domingo-María, para darle un toque católico (a ver si me acompaña a Misa un domingo, que siempre le llevo la hoja dominical para la "pirroquia" del bar). A mi novia le llamo, de vez en cuando, dobleeme (por María Montserrat, aunque a ella le gusta más Montse; nunca le envío un beso: le envío, directamente, una morreada). A Rafa, trabajamos codo con codo, le llamo Fitipaldi (le cantan los alerones). A un catalanista independentista -amigo-, Josep Maria, le llamo Pepemari. Mi madre es Coqui (les gustan las galletas; cooky en inglés).
ResponderEliminarNo sé si conoces el chiste del argentino que llega a Barcelona: nombre, Francisco García; nacionalidad: argentino; sexo: grande, enorme, yo diría que desproporcionado. Se me ha ocurrido por lo de Mipó.
Felices vacaciones de Semana Santa para todos los lectores del Barullo. Cristus vincit.
Para Freud cuando el marido comienza a llamar mamá a su esposa, generalmente a los 7 años del matrimonio, se termina el matrimonio propiamente. Esa es la vida que Freud da a un matrimonio. Después de eso, hay intereses comunes pero el hombre ha dejado de ser esposo y la prioridad para la mujer y viceversa.
ResponderEliminarPues yo sé de uno que llamaba a su mujer "mi chochito", y cuando se ponía especialmente cariñoso, o ñoño, se quedaba la cosa en "mi chochi"...
ResponderEliminarA ver quien supera al tolai este...
Intento superar esto último: con el mismo apodo, llama mi mujer a mi hija de 10 años.
ResponderEliminarSuso, has abierto una veda que no sé dónde nos va a llevar.