miércoles, 30 de abril de 2014

EL PODER.


Hay enfermedades que no tienen vacuna. Una es el disfrute del poder por el poder mismo.

Sentirse como un dios que decide sobre el destino de la gente.

Son personas que juegan a "lo sé todo", "aún no es el momento": siempre justifica su decisión sobre la misma frase, " desde arriba se tiene toda la visión, los datos y la información".

Los he conocido en muchos ámbitos. Cuando visitan sus centros la gente tiembla, se esconde, o les adulan de una manera ridícula, Su mirada es la del poder: "lo sé todo de ti".

Te llaman a capítulo y no sabes cómo saldrás de allí.  He visto  ir a algunos con el pecho hinchado pensando que les van a colgar una medalla, o darles un merecido ascenso...y salir llorando.

He oído decir a una política sobre Juan Vicente Villanueva, presidente de la comunidad de Castilla y León, "Juanvi es un hombre providencial para este país". "Juanvi" le había dicho ese día, "nos veremos pronto, Rosita". Ella estaba convencida de  que al día siguiente le distinguiría con algo mollar.

Al día siguiente, mientras tomábamos unas copas para olvidar el desengaño de no haber sido elegida por el providente "Juanvi", entre otras cosas, supe que "el hijo de puta de Juanvi tenía la colita muy pequeña, y te lo digo porque se la he visto..."

Una noche inolvidable aquella.

El momento en el que más disfruta un presidente de lo que sea, un jefe, un director, de su poder, de su poder despótico, absoluto, es cuando los demás tienen que esperar su decisión para ser algo ( en la Iglesia, en la Política, en el Ejercito, en las Finanzas, en la Empresa) . Ese momento previo a la designación es tan placentero para el déspota nato que hace que se alargue infinitamente.

Juegan a eso. Aznar decía que sus ministros estaban el el cuaderno azul. Ahora sabemos que no existía tal cuaderno. Era sólo el disfrute del poder que demuestra eso.

Yo, cuando veo acercarse a un jefe, por si acaso, me escondo.

¡Que se joda y me busque!

5 comentarios:

  1. Existe un truco, y es cojonudo.
    Tan evidente y facil, que hasta un niño lo puede poner en practica.
    Trabaja principalmente para el JEFE, THE BOSS.
    Ni convenios, ni horarios, ni expedientes de regulacion de empleo.
    El tipo te regala la vida, te hace currar como un enano, y cuando le preguntas sobre la pasta, siempre responde lo mismo : tranquilo, ya haremos cuentas al final.
    Menudo listillo.
    Primero te saca el pringue y luego ya veremos.
    ...
    Siempre te ve, escaquearse es tarea inutil.
    Pilota no veas.
    Dos mil años de empresa y sigue en la pole.
    Buenos numeros.
    Divinos.

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  2. Esos directores de los que hablas actúan como exprimidores, además de que son una casta, una especie de "intocables" (una vez director, siempre director, hagas las barbaridades que hagas). Tocan la cuerda afectiva (somos una familia con lazos más fuertes que los de la sangre) pero cuando sus subordinados dejan de ser rentables se deshacen de ellos sin ningún remordimiento. Si te he visto, no me acuerdo. Solo si existe algún interés de tipo pecuniario o de relaciones sociales alto standing siguen mostrando un interés, en el pleno sentido de la palabra interés.

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  3. En el Betis eso estaba a la orden del día. Charlas con uno u otro y siempre lo mismo, silencios largos y profundos, hablar "reflexivo" con voz grave y cabeza inclinada sobre el pecho, temas de mejora "dejando ver" que se sabía mucho más de lo que te decía allí esa persona, y siempre para que salieras con la impresión de que suerte y gracias a los directores que nos corrigen y nos dicen lo mal que actuamos y que en otras organizaciones de la iglesia nadie se lo dice, aceitera aceitera. Todo para mantener siempre el control mental sobre las personas.

    Fdo. ex bético, ahora sevillista.

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  4. y tambien va siendo hora de que dejemos de dar tanto poder a tanto jefe/mandamás (el más que manda dicen por estas tierras) que, en realidad, nada es. Nuestra actitud puede marcar la diferencia..... y crear tendencia.

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  5. Pero, ¿qué fue primero?¿Juanvi o Rosita? ¿Rosita o Juanvi? ¿Y no están jugando a lo mismo, en el fondo? ¿No son lo mismo?
    Algún jefe bueno creo que he tenido, pero la mayoría ha olido, huele y olerá braguetas para mantenerse en la poltrona. Y ¿Sabéis qué es lo peor de todo esto? Qué el qué se humilla por sistema no es feliz, se vuelve cabron, y se las hace pagar a los que dependen de el... Es una cadena. ¡Qué país más cojonudo, coño!

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