Desconfío de la moral. Es necesaria, hasta cierto punto. Y
desconfío no porque los hombres la practican, sino porque a menudo
se detienen en ella. Se paran y se miran en ese espejo de las normas
y de las buenas costumbres, empleándola como medio para justificar
lo más inmoral de sí mismos: su miserable autosuficiencia egoísta,
su imagen de “buena gente”, de personas de orden y de bien, y su
acritud a la hora de juzgar a los demás.
No soporto la injusticia, la hipocresía de ciertos
comportamientos, el hombre que se pregunta atormentado cuántas
personas estarán en gracia de Dios en un campo de fútbol, y sufre
por ello en su inconsciente histeria sin caer en la cuenta de su
estúpida seguridad de elegido. Me duelen mis mentiras, las pasadas y
las presentes, y al reconocerlas las quiero cauterizar.
Sé, las he vivido, que hay una moral de los impuros y una de los
puros.
A los impuros el mal les da envidia.
A los puros les inspira piedad.
Los impuros se abstienen del mal por impotencia, por cobardía, o
por la presión de imperativos legales, familiares, sociales…incluso
por vergüenza.
Los puros evitan el mal porque hay algo superior dentro de ellos
que les da paz y alegría.
Y los más paradójico es que hay impuros que creen en su pureza:
rezan, cumplen los mandamientos, asisten a Misa y comulgan, imparten
catequesis …
Y hay puros que también. Y hay puros que tampoco.
Esos impuros que molesta mucho leer el Barullo. Fácil lo tienen:
no lo lean y Sansacabó. Destilo odio, resentimiento, sorprende verme
en “este estado” y estoy hecho una mierda. Soy un mentiroso, un
rencoroso, he engañado a mucha gente y no me queda conciencia.
No voy a defenderme, entre otras razones, porque a lo mejor es
verdad.
Y que me lean los puros: al menos inspiraré piedad, que no es lo
mismo que dar pena.
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Cambiando de tema. Armani ha sacado una nueva colección de trajes para hombre que lleva incorporado "los güevos por corbata".
Ideal para entrevistas profesionales, citas inesperadas del jefe, o situaciones de "¿tienes un momento?"
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Cambiando de tema. Armani ha sacado una nueva colección de trajes para hombre que lleva incorporado "los güevos por corbata".
Ideal para entrevistas profesionales, citas inesperadas del jefe, o situaciones de "¿tienes un momento?"
Se me ha borrado el comentario que he escrito, con el café...
ResponderEliminarValores o normas: that is the question. Siempre por los valores, aunque hoy estén tan en boga los derechos (emocionarse es bueno, razonar es perverso - Lacoroix). Soy feliz porque hago el bien.
Ahora bien: "La primera cosa que es necesita per a sentir una passió és saber-la expressar" (Josep Pla). Por eso escribimos.
En la sociedad de derechos que tenemos hoy (por cierto, Arturo no supo expresar en el parlamento su pasión independentista), derecho a la vivienda (los andaluces de esta semana), derecho a decidir (a decidir ¿qué?; es un verbo transitivo), los valores han quedado en un quinto plano. Pero sí: más vale honra sin barcos que barcos sin honra (Almirante Méndez Núñez).
Buen post, excelente comentario de Dr. Jeckyll ... o si no lo son, me han gustado, qué caramba¡¡¡
ResponderEliminarun producto muy catalán, con imitadores en Jerez? El financiero o empresario que reza con recogimiento una hora al dia, y sale en un estado mental y moral que le permite hacer verdaderas barrabasadas las otras 23 horas que le restan al dia... Ojo con la moral, la autoproclamada, la social, la del publicano... y Mauricio, deja de hacerte rogar para contar lo de la Unió de Pagesos
ResponderEliminar¡Me da pereza!...pero, bueno, a ver si algún día.
ResponderEliminarLo del jerezano...¡pobre!. Y , encima, se va al infierno de punta cabeza.
Para ser Zaqueo, además de ser pequeñajo, hay que subirse a un árbol delante de mucha gente, y dar la mitad de lo que tiene a los pobres.
Y este, me parece, no está para subirse a ningún árbol.