Rompió a llorar.
Todo un señor notario, atormentado por
los escrúpulos, se derrumbaba.
- Tengo la impresión de ir por una
carretera repleta de señales de tráfico contradictorias entre sí:
haz esto, cumple aquello, evita tal situación, no mires por allí,
no pienses tal cosa, vive estas virtudes, trabaja de esta
manera...es un camino que se me hace imposible de andar con garbo,
todo me hace sufrir porque...
- Porque te tomas todo en serio.
- ¡Pero es que todo es importante!
- No, todo no es igual de
importante: hay cosas importantes, cosas que más o menos, y
chorradas: para ti no hay campo para las chorradas: ¡todo es
importante!
- Ya, ¡pero es que para ti todo son
chorradas!
- Hombre, si te pones así, pues sí:
la verdad es que para mi la mayoría de las cosas son chorradas.
Pero estamos hablando de ti.
- ¿Te parece una chorrada que
imagine la talla de la Virgen desnuda?
- Pues sí. Chorrada, y de las
gordas
- ¡Pero lo paso mal!
- Porque te lo tomas en serio. No
creo que nuestra Señora se enfade y te envíe castigo divino
porque estés como un cencerro.
- ¡Gracias, hombre!
- Y, además, ¿por qué cuentas
eso?, ¿a quién cojones le importa lo que imaginas o dejas de
imaginar?
- Soy sincero, es lo que se me pide.
- Una cosa es sincero, y otra ser
gilipollas.
- Perdona, pero no creo que seas tú
la persona para aconsejarme nada en lo tocante a mi vida espiritual.
- En eso tienes razón. Necesitas un
psiquiatra, o un veterinario.
- Pues ya está.
- Pues vale.
- Pues adiós.
Parece de cachondeo pero suena MUY REAL
ResponderEliminar¿Y al recomendarle a un veterinario, el sr. notario no se dio cuenta que hay que trivializar un poquito las cosas?
ResponderEliminarEn una de mis primeras charlas recuerdo que paseando por El Grado me pregunta el director espiritual de turno (20 años de edad, el director): "¿te crees alguna vez superman en tu imaginación? pues esto también lo tienes que contar en la charla". Así caes en el síndrome "no pienses en un elefante" y el personal acaba con que le gustan los chicos (como contaste en una ocasión) o que ha provocado el escándalo y es mejor que se ate una piedra de molino y se tire al pantano.
ResponderEliminarEs la diferencia entre autonomía y heteronomía. Debemos interiorizar los valores y comportarse en consecuencia. Si seguimos unas "normas" sin haber interiorizado su espíritu se convertirán en contradictorias.
Lo has descrito muy, pero muy bien!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUn recuerdo a Rufino Montañés. Suso podría contar muchas anécdotas...
ResponderEliminarAlgunas entradas de Suso hacen referencia al inolvidable Rufino....y todavía me descojono. Por favor, Suso, cuenta algunas más!!!!!!
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