lunes, 21 de marzo de 2016

COMO UNA PATENA

La  memoria  se  desvanece  y acaba prevaleciendo la  verdad  del  último superviviente. El  último  superviviente no es  el  más  listo, ni el más honesto, pero  sí  el  más  longevo.

Eso  lo  hemos  visto en  muchas cuentas  pendientes  que se han saldado de una manera  injusta  con   el pasado. Pero la  edad  no es  medida  de inteligencia, ni  de  verdad , ni  de   nada, como  no sea  de haberse  cuidado mucho  y  tener  buena  suerte.

Alguna  biografía  conozco  de  una figura  de  nuestro tiempo de un carácter vitriólico , inestable, ciclotímico y complejo, que  pulió  la tosquedad de sus  aristas. 

No murió  viejo, aunque  sí anciano, pero su  gente  , jóvenes  con ganas de trepar la cucaña institucional, sí llegaron a  las  fuentes  de  su  vida que 
dejaron limpia  como  una patena.

Como Procusto, esta  gente  amordaza  y ata al insigne cadáver. Si la víctima es alta y su cuerpo era más largo que la cama, lo sierran y ajustan su biografía. Si por el contrario era de menor longitud de la cama, le descoyuntaba a martillazos hasta estirarla.

La  vida  de  los  que aspiran a  la inmortalidad  está  repleta  de las  mentiras de los  que  les  sobrevivieron, para  bien, o para  mal.

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EN LO SECRETO: EL DÍA ANTES DE QUE LLEGARAS

1 comentario:

  1. No solo con personas, también con naciones. Especialmente si carecen de historia es fácil fabricarla y que quede brillante y limpia como una patena. Sabino Arana, por ejemplo.
    Y todos esos nombres inventados que parecían tan ridículos a Unamuno y a Baroja. "Me llamo Obeko", joder, pues si no te conociese pensaría que eres negro.

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