Se decía que Inmanuel Kant era tan metódico que los habitantes de Königsberg ponían su reloj en hora cuando él paseaba todos los días frente a sus casas. La clavaba el tío. Gente así me produce escalofríos.
A los 31 años, y sin haber salido de su ciudad natal, Kant publicó Teoría del cielo, un tratado sobre astronomía en el que analizaba la validez de las leyes de Newton.
Kant, hijo de un guarnicionero, escribió la Crítica de la Razón Pura. Para muchos el libro más importante de la historia de la filosofía.
Lo que son las cosas : padeció una demencia senil en los últimos años de su vida en los que perdió la memoria. Una inteligencia que había iluminado el mundo se fue a fundido en negro poco a poco.
Kant llegó a la conclusión de que sólo es posible conocer la apariencia de las cosas pero no su esencia. Por tanto, pocas respuestas podemos dar a las cuestiones esenciales de nuestra existencia como podrían ser el origen de la vida y el significado de la muerte.
Conocí un sabio bastante de cerca. Decían que era el filósofo más importante de España. Reflexionaba sobre el ser de las cosas . Para mi , la verdad, estaba como una regadera. Se quedaba colgado de la brocha mientras comía mirando una baldosa y , al rato, soltaba: "el hombre es un solucionador de problemas".
Y todos comentaba "¡uala que listo!: ha dicho que el hombre es un solucionador de problemas"
Y yo, que tampoco es que la frase me pareciese nada del otro mundo, pero como había que estar en la onda, soltaba:
- Joder qué cabecica: el hombre es un solucionador de problemas.
Mientras , al genio había que decirle:
- Coma, profesor, que se le está enfriando la sopa.
Era tan listo que se le olvidaba de comer, al tío.
Pero el trágico final de Kant, un genio que se convierte en un idiota, nos pone ante la gran contradicción de la vida: la que se plantea entre el objeto y el sujeto. El objeto es ilimitado, es el todo universal, pero el sujeto es contingente y finito. Dicho con otras palabras, lo absoluto nos estremece , pero la nada nos habita. Y ese es nuestro inevitable futuro.
La vida , Prometeo en lucha contra el mal y contra los límites. Queremos robar el fuego a los dioses, pero al final somos mortales y nuestros triunfos son un breve momento de esplendor en la oscuridad de la noche.
Cuando voy a Barcelona coincido a veces con un hombre poderoso. Cuando muera sus esquelas unidas darán varias veces la vuelta a la Tierra. Al verlo , le quedan dos telediarios , me viene a la memoria la muerte de Hegel: se lo llevó la peste , y no pudo ser enterrado porque la tierra estaba helada.
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EN LO SECRETO: UNA HISTORIA
Las éticas se dividen en deontológicas y teleológicas. Kant fundó las deontológicas, que parten de la norma. Las teleológicas parten de lo que es bueno para la persona y a partir de allí surge la norma. Yo comparo las deontológicas con la cama de Procrustes: tienes que adaptarte a la norma aunque te cueste la salud. Las teleológicas (Aristóteles) con un sastre (la frónesis) que adapta el traje a la medida de la persona, buscando siempre el fin que es lo bueno para la persona.
ResponderEliminarEl problema es que muchos que pretenden aplicar una ética teleológica realmente siguen una ética de normas (littera occidit spiritus autem vivificat) porque es más seguro y más fácil ("obedeciendo no os equivocaréis nunca"). Así pierden su "salus": corporal y espiritual
Anoche tuve una conversación escalofriante con una persona. Cito frases textuales:
ResponderEliminarPara él, lo único que nos distingue de los animales y nos define como humanos es la inteligencia. La moral no tiene ningún valor pues es subjetiva. En consecuencia, las personas que nacen con un CI mayor son más humanas, y su vida vale más que la del resto. Admite que no desde un punto de vista objetivo, pero sí desde el suyo que es el único que al fin y al cabo le importa pues se define como solipsista. Manifiesta sin pudor que se considera más inteligente que la media y que para él sólo tienen valor las personas que considera se encuentran a su mismo o un superior nivel intelectual. Aún así desprecia el estudio y la cultura, pues a través del esfuerzo permiten a los idiotas ocupar lugares que corresponden a los naturalmente inteligentes, únicos y verdaderos acreedores del respeto y consideración ajenas, incluso cuando jamás hayan empleado en nada su talento.
Soy yo, o anoche estuve hablando con Darth Vader?
No. Hablaste con al neri.
ResponderEliminarCuando tu Darth Vader llegue a viejo y vea sus limitaciones va a cambiar de forma de pensar muy rapidamente.
ResponderEliminarQuerida bella, creo que tienes razón... Aún sigo impresionada tras mi conversación con este sujeto... Tal vez me equivoque, pero en realidad intuyo que este joven Darth Vader es una persona que sufre mucho porque no sabe quién es realmente, ni conoce su valor como persona... Vive en una cárcel hecha con miedos... Suso, di algo! Me interesa mucho tu opinión!
EliminarMañana...entrada
EliminarMañana...entrada
EliminarQuerida bella pero limitada:
ResponderEliminartras tu comentario sencillo pero directo no me queda nada más que aportar. Me parece que el comentario no puede ser más certero.
En realidad, es de sabios sentirse tonto, y es de tontos creerse sabio.
Firmado,
Feo pero ilimitado (ojo, "ilimitado" en el más puro sentido kantiano, y sólo en ese sentido). Yo creo que la ética no es una ética prusiana (aunque Kant lo fuera), como se insinúa muchas veces y como también parece querer decir el Dr. Jeckyll. Pero sobre esto discutiremos otro día.