martes, 15 de marzo de 2016

ENTES DE RAZÓN.

Busca  el silencio  y  aprovecha  ese  músculo de  la  imaginación para  inventar otra  vida . Las  vidas  que  quieras .  

El ingenio  , la  creatividad  ,  están libre de impuestos. Imagina por el placer de darle  a  la bola , por el lujo de poner en movimiento lo  que pudiste  ser  y  no eres. Por hacer honor a tu condición de hombre  libre  , que sueña. 

Dale  al magín  porque si tú no  lo haces siempre habrá quién   lo  haga por ti.

Imagina , a ser posible bien, y  cosas  buenas, ya  sabes que  hay  que  tener cuidado con  lo que se piensa uno, y lo acaricia durante  mucho  tiempo  , porque  es fácil  que la vida  , de una forma  u otra, te  lo ponga al alcance de  la mano.

Juega a  inventar  "entes de  razón". Un Centauro  es  un  ente de  razón: un ser  con torso de hombre, cuerpo de caballo, y unos  cojones  de   tigre.


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EN LO SECRETO: VIVIR

3 comentarios:

  1. Una historia.
    Hubo una vez un hombre que se levantó un buen día y descubrió que en realidad era un caballo.
    Como en el piso donde vivía no había hierba, se bajo a la calle y buscó un campo.
    Como en la ciudad donde vivía no había campo, pues se tuvo que dar un paseo muy largo, muy largo, hasta que encontró una pradera.
    La pradera estaba atravesada por un río, así que encontró agua para beber y hierba para comer.
    El hombre que en realidad era un caballo se dió cuenta que había nacido para correr, pues si no se movía podía volverse un caballo gordo y torpe.
    Así que empezó a galopar.
    Al principio despacio, al paso, pues no conocía todavía muy bien su nueva esencia cuadrúpeda.
    Una vez hubo controlado el arte de avanzar al paso, se dio cuenta que el cuerpo y la mente le pedían más, mucho más.
    Y se aventuró a trotar.
    Descubrió que cuando trotaba, siempre tenía una pata apoyada sobre el terreno.
    Así que la mente y el cuerpo le pidieron algo más. Entonces descubrió el galope.
    Esa era otra forma de avanzar, muy distinta a las anteriores, pues había momentos donde todo su cuerpo estaba en el aire, y ninguna pata se apoyaba en el terreno.
    Una nueva sensación bastante interesante.
    ...
    El hombre que en realidad era un caballo llegó galopando a una playa.
    Vio una yegua que corría con sus crías.
    Y se unió al grupo, sin decir nada, simplemente les acompañó toda una tarde.
    ...
    Al llegar la noche el grupo entró en un pinar y se echaron a descansar.
    Miraron juntos las estrellas en silencio.
    Porque el caballo, la yegua y las crías, eran en realidad hijos de un Dios que los había creado libres; aunque no siempre era fácil distinguir si eran humanos o caballos libres y salvajes.
    Pero llegados al punto de la noche donde la Luna brillaba intensamente, ser hombre o caballo, era lo de menos.
    Lo único importante era pensar que el Creador les concedió la vida para que fueran libres y galoparan.

    Y esa fue la historia.

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  2. Hoy la mayoría de gente es como el Quijote y le da al magín de su imaginación: si no me gusta lo que veo es que el mago Merlín lo ha encantado y echa millas.
    Pienso que la realidad es maravillosa y además buena para la salud tanto mental como corporal. La imaginación para resolver problemas: el pensamiento lateral.
    Elias Canetti: “A medida que crece, el saber cambia de forma. No hay uniformidad en el verdadero saber. Todos los auténticos saltos se realizan lateralmente, como los saltos del caballo en el ajedrez. Lo que se desarrolla en línea recta y es perceptible resulta irrelevante. Lo decisivo es el saber torcido, y sobre todo, lateral.”

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  3. Llevo un rato dándole vueltas al concepto ese de "darle al magín" ;) ;) ;)

    Y aunque no tenga relación con tu post, ayer comencé la entrevista al Papa Francisco sobre la misericordia ... en el prólogo ya hay material: "Dios perdona no con un Decreto, sino con una caricia".

    Abrazo¡¡¡¡

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