UNA MUJER ENAMORADA

Leí la historia hace  muchos años. Quizás estaba contada  dentro de una novela más extensa.

En el 1200 , Federico, rey de Sicilia, tenía dieciocho años y  viaja a Génova para  obtener el apoyo naval  de la ciudad. Permanece ahí dos meses.De vez  en cuando visita  a Manfredo Lancia en su castillo del Piamonte.

Allí conoce a Bianca, entonces una chiquilla. Bianca se enamora de ese hombre  como sólo se enamoran algunas mujeres. 

Cuando Federico se marcha  la niña  se  jura a  sí  misma que ése  será  el hombre de  su vida.

Uno a uno durante años rechazó todas las propuestas de matrimonio que le hicieron. Al final su sueño se cumplirá trece años más tarde. Federico correspondió plenamente a su amor. Los poemas que lee y escribe ante los poetas de la corte están dedicados a Bianca. Ella siempre le permaneció fiel y unida a él, aun padeciendo largas temporadas de soledad en los fríos castillos de  su señor.

A la muerte del Emperador, Bianca se  encierra en un convento. Morirá nueve años  después. Sólo se llevó al claustro un cofrecillo  en el que había  guardado siete cosas, ninguna de ellas de valor, que habían de recordarle  para siempre  el amor de Federico.

Nunca se supo que siete cosas  estaban en el cofrecillo. ¿Qué guardó con tanto  cariño y secreto?. Con toda seguridad alguno de los poemas que Federico compuso  para ella. ¿Pero qué más?

Los hombres no tenemos ni idea de qué materia está hecho el corazón de una mujer. Tendríamos que ser mujer para saberlo, y sentir lo que ellas  sienten cuando están enamoradas de verdad.

En Lleida  conocí una mujer. Nos enamoramos con una pasión breve, pero de una intensidad maravillosa. La recuerdo con mucho cariño.

Marché a Tarragona y pasé a despedirme de ella. No tenía el cofrecillo de Bianca, pero  me enseñó un estuche donde había guardado unas "cosillas" que yo había dejado descuidadamente en su casa en los encuentros que tuvimos : dos colillas de cigarrillos , Ducados y Marlboro (ella también fumaba), unos cabellos míos, una tirita que se me había caído del dedo, un dibujo que le hice en un posavasos...

"Lo guardo para acordarme de ti".

Sí, no es el corazón de Bianca. Es el corazón de una mujer enamorada  lo que para la mayoría de nosotros resulta tan misterioso, fascinante, maravilloso, pavoroso, terrible. 

Yo, desde luego, sigo a años luz de comprenderlo, y me dejo querer.

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ESPACIO RADICAL LIBRE: NO FUE UN SÁBADO CUALQUIERA.