martes, 15 de noviembre de 2016

UNA VISITA AL HOSPITAL.

Acompañé a una compañera de trabajo  a  Urgencias. Está embarazada de tres  meses  y  padece muchas pérdidas. 


Como siempre  que  voy a un hospital, recordé a Manuela. ¡Fueron muchos días  visitando la unidad de E.L.A. del  Carlos III



Es una añoranza de ella  muy fuerte. Los uniformes de las enfermeras , ella era auxiliar de enfermería , los pasillos. Anduve todo el día en una atmósfera de morriña  que, como una niebla, me invadió. 



La imagino  en el cielo en un balcón con vistas  a  la plaza , con el rostro encendido de felicidad , estrenando su alma  vestida  de alegría . Recordé la frase " hoy estarás conmigo en el Paraíso". ¡Tiene  que ser verdad que todos los que nos hemos querido tanto aquí nos encontremos allí!.



Todos.



Y yo estoy solo y te echo de menos. Solo y   con una espesura que llevo dentro desde que no estás 

conmigo. Es una  bruma densa que mastico   y  rumio. Parece que mi tristeza tiene  cuatro estómagos para poder digerirse. A ver cuando se me pasa.

¿A  cuántos   cuerpos tendré que besar   para intentar borrar  el tatuaje que herró  el amor  de tu marca a fuego en mi piel y en mi alma? .¿ En cuántos bares o callejones sucios pasearé   jipando mientras la luna me limpia los mocos?

¿En cuántos trenes  iré de acá para allá    para olvidar las líneas y   el dibujo de tus labios, el  pellizco de tu mirada  risueña, las  caricias de las playas de tus manos que broncean mi recuerdo ti?

¡Ay, Manu!: ¡cómo me ha dejado el huracán que fuiste, y eres!.

A veces, como ese perro que conocimos, me  echo al suelo y me pongo patas arriba  a rascarme las penas de las pulgas de tanta tristeza que me pica. 

Porque aún te amo, sí. Te sigo amando: y  espero, como una polilla extraviada, a morirme y que enciendas la luz para que vaya volando hasta ti y comience a dar vueltecitas a tu bombilla  como un loco, tan feliz, y tan campante.

Resultat d'imatges de la polilla en bombilla

--------------------------------------------------------------
ESPACIO RADICAL LIBRE : DIETARIO Y FOTICOS.

3 comentarios:

  1. Me gustaría poder consolarte pero no sabré hacerlo. Tu tristeza me llega muy hondo, aunque eso no te ayude en absoluto. Y solo se me ocurren tópicos. Como, por ejemplo, que al menos conociste un amor grande, inmenso, que otros jamás hemos ni intuido, que te quedan los recuerdos que, aunque duelan por remotos y efímeros, son hechos maravillosos que ocurrieron, que la vida te dio un tiempo de felicidad que nada ni nadie te arrebatarán.
    Otros también estamos solos sin siquiera el paliativo de aferrarnos a lo que fue porque nunca ha sido.
    Lo siento, Suso, ya te he dicho que no hay consuelo, pero acéptame un beso cariñoso y comprensivo. Es lo que hay y no hay más. Lo siento muchísimo.
    Una cosa: creo que sabes por experiencia que las segundas oportunidades existen. No lo descartes.
    (Tal vez sí haya un reencuentro. Ojalá)

    ResponderEliminar
  2. Llevo más de tres años acudiendo semanalmente al Hospital del Niño Jesús en Madrid. Allí hay niños enfermos, médicos que juegan diariamente al póker con Dios y unas enfermeras que son lo más parecido que he visto a los Ángeles custodios.
    En la puerta suelen haber voluntarios vendiendo papeletas para luchar contra algo.
    Van bien vestidos, no son pesados, están bien identificados y siguen unos protocolos muy profesionales. Todo lo contrario que yo. La suelo liar a la hora de pedir pasta.
    ...
    Algunas mañanas que no he sabido bien si pegarme un tiro en las pelotas o quemar la ciudad con gasolina, me da por echar una mano a los voluntarios.
    He vendido papeletas contra todo, con un estilo totalmente inapropiado.
    Señora, cómpreme una papeleta y le aprieto cuatro besos.
    Muchacho, hazte un favor, cómprame una papeleta y arréglate el día.
    Sí, ya sé que vas frito de pasta, yo también; toma, una para tí y otra para mí. A tomar viento.
    Señorita, la recuerdo del concurso miss Madrid. Un gran trabajo. Como el de estos voluntarios que llevan tres horas pasando frío. Hacemos algo por ellos ?
    ...
    Me han llamado la atención por bocazas varias veces. Pero el taco de papeletas lo he devuelto prácticamente vacío.
    Hay veces que por ser incapaz de llorar en público, uno hace el canelo.
    Porque uno solo puede hacer lo que realmente es.
    Un capullo en medio del infierno.

    ResponderEliminar
  3. Suso, has expresado muy bien la tristeza y soledad que llevas dentro desde que te dejó Manuela. Como ha dicho el anónimo, no hay manera de consolarte, pero por otra parte suerte la tuya de haber conocido y disfrutado, aunque fuera por un tiempo limitado, a una persona tan maravillosa y que caló tanto en tu vida. Sólo espero que exista para tí esa segunda oportunidad, que encuentres a alguien que te haga más llevadera la pérdida de Manuela. Un abrazote.

    ResponderEliminar