miércoles, 26 de junio de 2019

PRÓXIMO CRUCE DE CAMINOS: UNA DECLARACIÓN DE INTENCIONES.

El día 10 de julio  me voy a Galicia. Antes haré unas cuantas etapas del sendero natural del Ebro.

El Sendero  es una preparación para lo que viene. En el Sendero no hay prisa, andas en calma y sereno, envejeces de otra forma.  Allí no malgastas palabras, el sol te acompaña en la mandra, y la  señora Luna camina más poco a poco. 

El Sendero acompaña el caudal del Ebro desde  Santurce hasta el Delta. Baños de luz, y duchas de puestas de sol . Echar unas siestas , rítmicas, pausadas , abandonadas a la sombra de una tapia encalada , de un árbol, y tener  ganas de no hacer nada.

No quiero tener otra misión estos días y, ojo, los que vienen en Galicia, que admirar el cielo y sus nubes y estrellas . Sin reloj. Esperar que pase el tiempo, sin obligación ni razón alguna.  

Vivir como los pájaros que no tienen gana y están dos o tres horitas en la punta de una rama sin hacer nada, abriendo y cerrando los párpados. 

Como la cigüeña que está a la pata coja en la orilla de la laguna, sin poner la otra patita . Como el gato cerca del fuego acariciándose el hocico.

Y en Galicia será igual.  Es la religión que predicó Jesús, la del que no tiene prisa en vivir, ni teme morir el día que toque: " mirar las flores del campo, no tejen ni hilan...y ni Salomón, con toda su grandeza se vistió como una de éstas".

Con María José...ella ya sabe. 





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