Mi madre cumplió 88 años. Hablo con ella cada semana. Una de sus frases favoritas es " hijo, disfruta, disfruta mucho, que para lo que nos queda...".
Ayer en casa me entretuve mirando el álbum de fotos familiar.
La vida es un parpadeo, un suspiro , " in ictu oculi". Es lo que va entre ese crío con su madre en la plaza del Pilar, y esa misma señora que hoy cumple 88 tacos.
El preparados, listos y el disparo de salida, la cuenta atrás desde el primer momento, la única e irrepetible carrera de una maratón que empiezas por equipos y terminas solo...muchas veces sin levantar los brazos al cruzar la meta.
Hay quien vive perdiendo el tiempo, quien siempre fue anciano por falta de sueños, quien no se apasiona y solo respira.
Otros a quien de los dos días que dicen que dura la vida les sobran cuarenta horas. Les falta valor para ser ellos mismos o se acostumbran a vivir en una mentira. O como los Urelles : dinero, dinero, dinero. Y rezar. Ja ja ja.
Vivimos sin posibilidad de repetir las escenas y eliminar las tomas falsas.
Algun@s coleccionan oportunidades perdidas, eternizando imposibles, creyéndose eternos y con esa cara que pone la bola de hierro en los presos.
No puedes vivir mientras palmas de miedo, siempre a la sombra de otro, con la eterna red sobre el suelo. Ni sopesando elegir sin perder algo, sin creer en ti y en la suerte , que existe, o esperando el seis en la Oca.
Se vive muriendo un poco y llorando de risa, perdiéndo la fe en ocasiones, teniendo miedo a saltar , o darte una buena ustié manchándote de mierda todo tú.
No se puede vivir sin vacíos que duelen, sin ser mala persona, sin pedir perdón, o siendo perdonados.
Somos tiempo, relojes de sol sin agujas, arena entre los dedos, ganas de, lucha interior , volver a empezar y caja de sorpresas, revolucionarios de salón y gilipollas que no saben lo que hacen.
No hay comentarios
Publicar un comentario