viernes, 24 de julio de 2020

CRUCE DE CAMINOS.

Estoy en un cruce de caminos. 

Estoy harto de compartir tiempo con personas que no me aportan nada.

Harto  de  perder tiempo haciendo cosas por quedar bien.

Harto de hacer las cosas porque toca.

Harto de decir que sí cuando en nuestro interior se escucha un no.

Harto de asistir a reuniones que me saltaría sin dudar un minuto.

Harto de adoptar posturas neutrales por evitar conflictos.

¡En cuántas ocasiones se impone lo políticamente correcto!

Y dejarse llevar por la corriente…

Y perder oportunidades por miedo, o por pena.

Y no decir lo que se piensa…

Y respetar a los que no nos respetan…

Cuántas veces traté  de justificar lo injustificable…

Y tratar de agradar…

Y hacemos tantas cosas sin ganas…

Hasta que decides cambiar y darte cuenta que no es malo, todo lo contrario. Que nos respetamos a nosotros mismos y ganamos tiempo. Y vida. Y tranquilidad. Y que no hay que tener miedo a salir de allí y decir que no. Que es una especie de criba que deja en nuestra vida a las personas verdaderamente importantes y nos libera de aquello que  no aporta.

Y que merece la pena.

Lo siento, Oriol.

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