Efímero. Nos mandan unos tiranos caprichosos. La verdad no existe. Nada es, todo cambia. ¡ Y a qué velocidad!
Los gustos, la moda, el pensamiento. Nos gobiernan infantiles fatuos expertos en el regate corto y el narcisismo… todo tiene una fecha de caducidad cada vez más corta. Efímera la moda, efímera esa prenda , efímera esa canción, esa actriz, esa película, ese programa, esa tendencia.
Todo viene con los días contados. No se repara sino que se sustituye.
Los gustos, la moda, el pensamiento. Nos gobiernan infantiles fatuos expertos en el regate corto y el narcisismo… todo tiene una fecha de caducidad cada vez más corta. Efímera la moda, efímera esa prenda , efímera esa canción, esa actriz, esa película, ese programa, esa tendencia.
Todo viene con los días contados. No se repara sino que se sustituye.
Y eso de usar y tirar no se ha limitado a objetos, también a las personas. En una sociedad de “tanto tienes, tanto vales” y fanática de lo último que llega, dejando de lado lo que se tenía, lo superficial ha ido ahogando a lo profundo y el utilizar al prójimo se ha normalizado terriblemente.
No importa la persona sino lo que pueden obtener de ella. Una vez lo han obtenido, o si creen que no van a obtenerlo, se acabó. La razón última de la eutanasia, de l holocausto Down , es esa: el fin justifica los medios y persona usada, persona tirada sin miramientos ni explicaciones; sin pensar en el daño que se hace, la decepción o los sentimientos ajenos.
Hay personas expertas en sonrisas falsas, palabras vacías y con el alma en ruinas. Falsedad escondida en abrazos, amistad que no tiene de amiga ni el nombre y frío interés donde debía habitar el afecto. Muchos besos de Judas, fines sin principios y un adiós como mucho cuando ya no hay más que sacar.
¿Hace falta recordar nombres que todos conocemos?
Disfruta de la vida como viene, como si fueses propietario de todo lo que te encuentras.
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