domingo, 3 de enero de 2021

CASA DESOLADA.

Mi casa está cubierta por la maleza de tu recuerdo, por esas malas hierbas de la nostalgia y de la culpa, por la hiedra del dolor que me abraza, me ahoga, me está dejando sin luz.


Mi casa, mi pena a cada rato, que se traslada a 29, 8 km por segundo, como la tierra alrededor del sol, de ti.


Mi pobre amor y dolor, voraz, es el dolor de  ida y vuelta,  dolerme doblemente.


¡ Qué pena !: dolor en el tejado ,  en las cañerías, en las ventanas , en el umbral.


Ya no suena el timbre. No importa.  Nadie llama.


Nunca  tanto cariño doloroso, nunca tanta estupidez como la mía ,  nunca el fuego  se puso de esa forma tan obscena en la ventana para que se lo bebiera el viento .



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