Hay labores, profesiones, trabajos ,
cuya técnica, herramientas, o saberes, se transmiten de generación
en generación.
Y eso está muy bien, de otra forma
seguiríamos en el paleolítico.
- Oye, ¿cómo se fabrica eso que
usaba Urco para arar la tierra.?
- Ni idea, se murió con su secreto.
Si exceptuamos la fórmula de la Coca
Cola, que Urco sólo confió a “Viuda de Urco e hijos”, casi todo
lo que hacemos nos ha sido transmitido.
Un máster, un curso acelerado en
algo, es eso: nos ponemos al día .
Hay un asunto donde esa sabiduría
acumulativa no existe: cada generación , desde Adán y Eva, repite
los mismos errores cometidos por la anterior: la educación de los
hijos.
A un entrenador de fútbol le es más
útil en su trabajo haber sido jugador antes . Es más, la mayoría
de entrenadores de fútbol han sido jugadores antes y, exceptuando
alguna rareza, son tipos bastante primitivos fuera de su
ámbito: alucino que un notas gane millones diciendo “fútbol es
fútbol”, “ganar, ganar y ganar”, “ganar es mejor que
empatar, y empatar es mejor que perder”, “el gol es un pase a la
red”, “el fútbol es como el ajedrez , pero sin dados”.
Pero a un padre,a una madre, no le
sirve de nada haber sido hijo antes. ¡Ni siquiera que sea profesor!
(profes, ¡no llevéis a vuestros hijos al mismo colegio donde
trabajáis!: no os lo perdonarán nunca!)
Si no olvidas lo que sentías de aborrescente, te será más fácil ayudarles. Si no ocultas tus miedos, serás más accesible a ellos (los hijos), si mantienes tus recuerdos de infancia y juventud, les darás la mano con más seguirdad...... y a pesar de todo, te equivocarás. Pero mejor equivocarse desde el amor.
ResponderEliminar(siiiii, que manía los profes con llevar a sus hijos a su cole, ¿no se dan cuenta del daño? )
Me imagino que les saldrá más económico (en el sentido que lo pagan los padres de los otros niños). Es el argumento que a día de hoy tiene más peso. Porque sabiendo los profes todo lo que sucede en sus coles creo que preferirían lo de "ojos que no ven corazón que no siente".
EliminarEs que se ahorran una pasta, escolti tú.
ResponderEliminarPor no hablar de otras cosillas... Yo recuerdo que tuve una compañera, en Fomento COU, cuya hermana daba la clase de filosofía, pero yo no lo sabía... No me quiero ni acordar de lo que salió por mi boquita, delante de mi compañera, cuando vi el cate que me había puesto su hermana!!!
ResponderEliminarYo creo que el problema vuelve a estar en el equilibrio ¡qué difícil!
ResponderEliminarNo soy madre, pero tengo algunos sobrinos, y veo a mis hermanos debatiendose, muchas veces, entre lo que deben decirles a sus hijos y lo que les gusta decirles o lo que por aburrimiento acaban diciéndoles. Es complicado, muchísimo, el tema de la educación. Hacer un buen cocktail no es fácil.