Hay días que todo se ha vuelto extraño e irreal.
Esos días, escribo, leo, voy al cine. Busco que me hablen del mundo en que vivo y me ayuden a entenderlo.
Sin embargo, más allá de los problemas concretos que nos acosan a todos , y que tienen que ver con las injusticias y los abusos que se comenten cada día, los hombres y mujeres seguimos asistiendo al nacimiento de los niños, nos perdemos en los laberintos del amor, visitamos en sueños lugares incompresibles, conversamos en secreto con los muertos, añoramos reencontrarnos con amores que recordamos , o nos sentimos interrogados por la mirada de los animales.
Siento un alma doble en mi corazón.
No sé tú. Vivimos entre la razón y la locura, entre el principio del placer , el principio de realidad,y el principio de la fe entre el mundo del doctor Jekyll y el de mister Hyde, que no tiene por qué ser necesariamente un malvado.
Mister Hyde representa esa parte de uno que no cabe en el mundo real.
También deambulo en la noche, en mis extravagancias y, por qué no, en mis ocultas delicadezas. De esos otros que también somos y de los asuntos peligrosos en que tantas veces andamos metidos.
Cuenta una leyenda china que un joven que vive en el pueblo con sus padres se enamora tan locamente de una mujer que está de paso que, incapaz de saber si debe de seguirle o no, se desdobla en dos. Una de ellos continúa viviendo en el pueblo con los suyos, mientras el otro viaja por el mundo con su amante. Pasan los años y un buen día ésta siente tanta nostalgia de lo que dejó atrás que decide regresar a su pueblo. Y cuando lo hace, se encuentra con aquel del que se separó al marcharse y vuelven a juntarse y a ser un solo hombre.
Así me siento en ocasiones: desdoblado. Lo canta la canción: "no soy de aquí, ni soy de allá".
Mientras pueda seguiré de noche con mi particular Mister Hyde.
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ESPACIO RADICAL LIBRE: CARLOS
Cada día te espera una sorpresa.
ResponderEliminarYo de tí me cogía el coche y me bajaba a Valencia por la A7 . Una buena música y una curvas suaves que se asoman a un mar eterno.
Una vez en Valencia visitaría el Oceanografic, y me tiraría una hora observando a la cría de una ballena Belluga que acaba de nacer. Dicen que se pasa el día nadando alrededor de su madre. Una parte de la estructura de su cerebro es muy parecido al tuyo. Son listas las jodías. Observarlas debe ser placentero.
Luego me iría a la Albufera, a un pueblo que se llama El Palmar, y me montarīa en barca por tres pavos a dar una vuelta por la laguna. Los pilotos de esas barcazas las empujan con un palo de madera, dan conversación y el espectáculo de los colores del agua, el sol y las aves, es grandioso.
Después vete a la playa de la Malvarrosa y tómate una paella de verdura en El Murciano, mirando al mar.
No te prometo la eternidad, porque no te la puedo dar.
Pero como aproximación, es un plan cojonudo.
Tú mismo.