El mayor enemigo de los ricos es la
clase media, a la que desprecia, y su afán primero es relegar esa
clase media hacia la pobreza.
El rico- me refiero al rico de verdad- :
al político que puede gastarse dos millones de euros en una casa, al
banquero que juega cada fin de semana en un campo de golf de un
circuito diferente en España, al cirujano que esquía en Davos, al empresario que
navega su velero con tripulación, al artista que come habitualmente
en restaurantes de lujo, el enfermo que es atendido día y noche por
enfermeras en su casa durante años, o el que va de titis de diseño
regadas con champán francés y se pone hasta el culo de coca.
Al rico de verdad, al que te cachean al entrar en su casa.No al pringaillo que
le va más o menos bien y que cuando le toca el reintegro de la ONCE pone cara de Botín.
Los ricos se retroalimentan. Son
exclusivos, y viven en una corriente de solidaridad de clase que
interactúan entre ellos, y sólo entre ellos.
¿Quienes son?. Pues aquellos que
llevan a sus hijos a los cincuenta grupos privados de élite de este
país. Allí se concentran los ricos de izquierdas y de derechas, los
de centro y mediopensionistas. Allí las reglas son otras, las leyes
no van con ellos.
No buscan la calidad, buscan la
exclusividad. Tener un hijo allí te permite un futuro de escafandra
y pecera, aséptico y con una limpieza de sangre asegurada.
Cuando los socialistas ricos, acérrimos defensores de la pública, matriculan a sus hijos en esos
colegios, clubs deportivos, o cursos de inglés de la recaraba, y se
les acusa de incoherentes, se les calumnia.
Su enemigo no es la pública, es la
concertada. No es el Corte Inglés, es el botiguer, el del
ultramarinos.
Y es así, no por ser socialistas, sino
por ser ricos.
Todos los ricos, atended a sus hechos y declaraciones,
defienden lo público, y desprecian la enseñanza concertada, con sus
privilegios. No encontraréis más anticlericales que esa clase de
poder que le jode mucho encontrarse en ciertos ambientes a gente que
“se les parece”, pero que no son.
Al rico le interesa que haya
muchísimos pobres, y que lo social prime sobre esa clase media que
estorba, porque puede arrebatarles el lugar que no les corresponde.
No es la ideología, es la pela, coño,
la pela. Es la puta y desvergonzada codicia.
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RADICAL LIBRE
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RADICAL LIBRE
Bourdieu en la mesilla
ResponderEliminarlos curas en la capilla
y en el cole los profes
con los libros
sin rosarios ni novenas
que la concertada
acaba desconcertada
sin saber a qué dios idolatrar
al de la educación
o al de la sumisión pesetera
del Estado que les paga.