martes, 31 de enero de 2017

DESCUBRIR EL PASADO

Hay  un mundo que no  ha llegado  a  nosotros, pero que  está muy cerca , si lo  sabes ver.

Todos los  papiros   antiguos  de la cultura de Mesopotamia, de Egipto, de la India ,o  el  Japón,   que se han perdido.  O  las  historias que  se   transmitían de viva voz en las plazas  y que se  recordaban  por  generaciones . También  las canciones  compuestas  por millones de  personas enamoradas, o  heridas  por el desamor, o por la muerte de  un ser  querido, o la inspiración de un Dios.

Los instrumentos  fabricados  para acompañar  esas  melodías  que se han disuelto  en el aire , tal vez  para  siempre.

Los frisos que se  dibujaron  para celebrar  el nacimiento  de un rey, o la gloria de una victoria. Las vasijas  que decoraron palacios  que ya no existen.La  coreografías de bailes  y danzas  para celebrar  la alegría de una fiesta.  O las  esculturas  a  mayor  gloria de  los grandes  del  mundo , y que hoy  son  polvo. 

Sólo una pequeña parte de la creación del mundo ha llegado  a  nosotros.

Pero algunos  intuimos que tarde  o  temprano esa huella  regresará de alguna  manera. La  imaginación consiste en navegar ese mar ignoto,  bucear hasta encontrar  el tesoro que la historia ha sumergido y rescatar del fondo del abismo   una  parte de  tesoro que perdimos.

A veces  escucharás  a un  agricultor  o a un humilde pastor , a un albañil,  decir cosas que suenan a  sabias,  salidas  de  su coleto. No han leído nada, quizás no saben  leer, pero lo que conocen  está escrito en el aire, y de allí  lo han  aprendido. 

Cuando Jesús  usaba  las  parábolas hablaba para esa  gente  sencilla , que eran sabios. Por  eso, si no tenemos esa  sencillez  de corazón  no nos coscaremos de nada.

A  mi me  conmueve ese  campesino que  trabaja con la azada entre los cuatro elementos, la tierra, el fuego, el aire y el agua, que según los presocráticos componen la naturaleza. Y fruto de esa labor  consiga   unas   habas, aquellos  pimientos, esas   patatas,   tomates  que  rezuman el rojo del sol del mediodía, maravillosas  calabazas y melocotones , y  todos  ellos  coronan las cimas más altas del espíritu humano.



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ESPACIO RADICAL LIBRE: A PROPÓSITO DE "MÚLTIPLE"

2 comentarios:

  1. No palmes sin sumergirte en un mercado árabe.
    Es bien sencillo.
    Te apuntas a un viaje a África, y un día decides irte a comprar tabaco durante seis u ocho horas, sin prisa.
    Te sumergirás en las Mil y Una Noches a calzón quitado.
    Encantadores de serpientes que harán bailar tus miedos ancestrales, vendedores de especias que te devolverán el sentido del olfato, artesanos que te enseñarán a hacer de una lámina de cobre una superficie ondulada de doble curvatura con la ayuda de un martillete.
    Y si tienes suerte y valor, y no te raptan para vender tus carnes para hacer jabón, el Gran Premio.
    Contadores de historias que enmedio del Gran Bazar, atraen a los curiosos, los sientan en un gran círculo y te cascan una historia maravillosa de un rey que tenía una hija preciosa y de las putadas que el Rey se inventaba para probar si los pretendientes eran unos mindunguis o estaban hechos con piedras preciosas.
    Como europeo todavía tienes una oportunidad de ser Marco Polo y aprender a leer en tártaro la epopeya de diez mil años de cultura clásica.
    O bien, comprar el Semanal un domingo y perder el tiempo con un maldito artículo sobre los restaurantes españoles alicatados con las estrellas de la Guía Michelín.
    Tú eliges, amigo.

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  2. Ayer alguien me decía: todo lo que tengo me lo debo a mí mismo.
    Le contesté que eso les pasa a todos.
    Bueno, a Bernardo de Chartreus no. Decía que somos "Quasi nanos gigantum humeris insidentes", como enanos en hombros de gigantes. Los gigantes son nuestros antepasados y todo lo que se ha perdido, que nos aúpan para ver más lejos. Nosotros seremos la base para la futura humanidad.
    Bernardo nos dejó ese licor tan bueno: el Chartreuse, que nunca falta en mi sobremesa.

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