martes, 24 de enero de 2017

EL PERRO DE PAULOV

Después de tanto darle vueltas, al final resulta que nada importa nada.

Desengáñate, este es tu lenitivo para los malos momentos: nada importa nada. Otros lo dijeron de otra forma, “nada te turbe, nada te espante”, por ejemplo.

Eso que tanto te aflige, te agobia , te preocupa, no es nada. Deja pasar un poco de tiempo y verás como se desactiva lo que parecía un problemón.

Muchos de nuestros cosquilleos en la conciencia son el peaje o la multa que pagas a una mala formación recibida. Eres la perra de Pavlov.

Pero sabes bien que no eres un animal domesticado, o lo deberías saber.

Pon toda esa porquería de comida que has comprado, o te han vendido, en la nevera de tu inteligencia, deja que pase el tiempo hasta que caduque, abre el frigorífico, y la tiras a la basura.


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ESPACIO RADICAL LIBRE: EN ESTO CREO.

2 comentarios:

  1. Hospital del Niño Jesús. Madrid.
    Es la hora del paseo, y unos niños hospitalizados atrapados en un mar de dolor, salen al pasillo a dar una vuelta. Tienen cara de desconcertados. No entienden nada de nada, monada.
    Paseo con ellos.
    Arriba y abajo, arriba y abajo, es la rutina de las cinco y media.
    Bien, hagamos algo.
    Formamos un círculo de enfermos, ate eses y familiares.
    Señores y señoras, niños y niñas, el único truco del mundo hecho a cámara lenta.
    Abro mi cartera y saco un ticket del Carrefour. Hago una bolita de papel con él.
    Una bolita. UNA.
    ...
    Voy cogiendo las manos de los niños una a una. Cruzo sus dedos índice y corazón. Hago que toquen la bolita, una, con las yemas de esos dos dedos.
    Dime cuantas bolitas notas, chaval.
    ...
    Sus caras son ahora de perplejidad.
    Notan DOS. Dos bolitas.
    El cerebro, ese Ferrari que llevamos puesto, no sabe interpretar de forma correcta lo que toca, ya que nunca tócamos las cosas con los dedos cruzados.
    Hay una bolita pero sentimos que hay dos.
    ...
    Jaque mate. Ya los tengo a todos donde quería.
    Bien chico, hoy hemos aprendido algo importante.
    Una cosa es la realidad y otra muy distinta lo que somos capaces de sentir.
    ...
    Los niños se ríen y repiten el truco de magia a sus compañeros de planta.
    ...
    Un rayo de sol calienta las baldosas del pasillo de un viejo hospital.
    Es invierno, pero el sol consigue abrirse paso por los ventanales.
    Y los razonamientos a través de nuestro cerebro, también.
    ...
    Una bolita de papel nos ayuda a ser más libres.
    Y durante unos minutos el dolor se ha quedado adormecido.

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  2. Gracias por esta publicación.

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