sábado, 25 de marzo de 2017

LA RATITA PRESUMIDA Y DON GATO

He vuelto a vivir de cerca otra separación, y van...es la historia de siempre.

Esa chica se dejó atiborrar de dinero y de regalos por el hombre que ella amaba : “ bueno – debió de pensar - lo acepto porque le amo y, además…¡¡¡ él me quiere tanto !!!, ¡¡¡ qué generoso es!!!”.

Pero, la buena fortuna se torció, el tipo se arruina y entonces la cosa cambia. Mil defectos hasta entonces en sordina por la comodidad , el placer y la vanidad de tiempos pasados en la abundancia, se hacen ahora insoportables en medio de la pobreza y la escasez.

Entonces viene la decepción, la impaciencia, la ruptura, los malos modos, la crueldad y el despecho. Los malos rollos.

Se puede pensar que esa chica en realidad sólo amaba el dinero y una posición social (  la verdad es que sí, no era barata la señora). Pero no es tan sencillo. Con toda seguridad esa misma chica no hubiera aceptado los agasajos y la pasta de cualquier hombre, y él tampoco se hubiese casado con una experta en el arte del Kamasutra.

Probablemente, durante su vida juntos, hubo momentos maravillosos de auténtica ternura, de intimidades compartidas: admiraron paisajes, contemplaron juntos obras de arte, lloraron las mismas defunciones familiares, y pasearon cogidos de la mano... y nada nos autoriza a decir que todo eso fue mentira, puro engaño.

Lo cierto es que en el principio algo había en ella de Ratita presumida, y algo hubo en él de un espléndido don Gato Y ese tipo de vidas son de una fragilidad extrema....

1 comentario:

  1. Anoche leí en el Eclesiastes: "Porque el valor del oro se prueba en el fuego, y el valor de los hombres en el horno del sufrimiento".
    Estuve pensando que sí hay una brújula en la vida: son las otras personas, las buenas personas (el Eclesiastes diría los justos o los santos), quienes nos muestran el camino. Por eso estamos tan contentos cuando nos encontramos con alguien que puede ser una orientación. Aunque siempre te lo tienes que currar tú mismo.

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