jueves, 13 de mayo de 2021

APARICIONES. FE. DIOS. LA LECHE EN VERSO.

Cuentan que cuando el Baal Shem,  fundador del jasidismo, debía resolver una tarea difícil, iba a un determinado punto en el bosque, encendía un fuego, pronunciaba las oraciones y aquello que quería se realizaba. 


Cuando, una generación después, su sucesor se encontró frente al mismo problema, se dirigió a ese mismo punto en el bosque y dijo: "No sabemos ya encender el fuego, pero podemos pronunciar las oraciones", y todo ocurrió según sus deseos. 


Otra generación , Rabi Moshe  se encontró en la misma situación, fue al bosque y dijo: "No sabemos ya encender el fuego, no sabemos pronunciar las oraciones, pero conocemos el lugar en el bosque, y eso debe ser suficiente". Y, en efecto, fue suficiente. 


Pero cuando, transcurrida otra generación, Rabi Israel de Rischin tuvo que enfrentarse a la misma tarea, permaneció en su castillo, sentado en su trono dorado, y dijo: "No sabemos ya encender el fuego, no somos capaces de recitar las oraciones y no conocemos siquiera el lugar en el bosque: pero de todo esto podemos contar la historia". 


Y, una vez más, con eso fue suficiente.


Quedémonos con el final: …"pero de todo esto podemos contar la historia". 


En fin, hoy estamos que ni siquiera recordamos la historia. 


Vivimos en un arquetipo artificial, mentiroso y ficticio. 


Esta historia es una alegoría de la nuestra cultura,  ¿de nuestra fe?: vamos perdiendo tradiciones, vamos perdiendo costumbres e incluso no sabemos preparar el fuego, y ya no recordamos la historia  y creemos en tonterías sin misterio, sin milagros...ya no se necesita "creer en lo que no vemos".


Toda la fe  es, en este sentido, memoria de la pérdida del fuego. Ese fuego era la fe.


Pero hoy ni quema, no ilumina, ni da luz.


Sí. No tenemos fe, tenemos ideología, que no es lo mismo.  Fe es creer sin ver. Nada. 


Cuando era pequeño mis padres fueron de peregrinación  a unas apariciones marianas en Portugal. Un lugar que se llamaba Ladeira. También mi padre fue a Garabandal, donde fui con él.


Aquello terminó fatal. Mi padre "quería ver", y  buscaba y buscaba. Y regresaban de aquellos lugares contando historias de la Virgen, del demonio, de posesiones, de cantos de ángeles...


Suerte que mi  padre regresó a una vida de fe más normal...aunque no todos pueden decir lo mismo.


No se daba cuenta que esas visiones sólo las disfrutan las personas religiosas que están dispuestas a creer eso: en todos los sitios que he andado, y las personas que he conocido , quienes habían visto al demonio, o a la Virgen, o al padre Pío ( allí se ve mucha gente) aunque solo fuera en sueños, siempre era gente obsesionada con la religión. 


¿A quiénes se les aparecen a su vez los ovnis? Casi siempre a personas que tienen en casa libros de J. J. Benítez o similares, personas que ya estaban persuadidas por ellos. 


Con los nacionalistas sucede lo mismo. Tienen una capacidad asombrosa de arrimar el ascua a su sardina. Y si mezclan la ideología y la religión...¡ una bomba!


Tú ya puedes desear con todas tus fuerzas que suceda un milagro delante de tus narices, que si eres un tío normal, en la puta vida vas a ver a Cristo, a la Virgen, o a lucifer. Al menos de la forma que quieres verlos.


Jesús dijo que era la luz del mundo. Y la Física dice que la luz es invisible. Vemos objetos iluminados. Pues eso. También el amor es invisible, y vemos objetos iluminados. La fe que te deseo es la que te hará encontrar personas enamoradas.


Y basta por hoy. 





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