lunes, 27 de diciembre de 2021

DE LOS PECADOS MUYYYYY GORDOS.

Al final  resulta que nos  han  dotado a las personas, incluso a las más exquisitas y poderosas , del mismo impulso.


Hasta ahora no ha podido ser controlado por la cultura , el Código Penal ,ni por la religión con el pecado y la amenaza del infierno. 


En la rejilla del confesionario se susurran los mismos pecadotes.


El sexo , que  produce placer y desolación, neurosis y felicidad, atracción y repulsa, violencia y ternura, amor y perversión. 


Ese instinto básico rompe todas las barreras del honor y del prestigio social; asoma por debajo de los ornamentos sagrados, de las togas de los jueces, de los uniformes más entorchados.


El albañal del sexo lo comparten papas y cardenales, artistas consagrados de Hollywood y académicos del Premio Nobel con las manadas de los lobos violadores. 


A cualquier personaje lo puede convertir en un salvaje o sumirlo en el ridículo. El sexo hace débiles a los poderosos, puesto que los deja desguarnecidos a merced de espías, conspiradores y chantajistas.


En cambio, qué pocos confiesan su codicia   su envidia,  su orgullo   su soberbia.


Nos arrepentirnos de los pecados más disculpables...si lo son.





2 comentarios:

  1. El sexo es, creo, lo más divertido. Pero tiene un inconveniente: sólo es divertido cuando nos sorprende, y sólo nos sorprende cuando es novedoso o prohibido, quizá el más delicioso (no hablo de prohibición legal o penal, jamás tolerable sin matiz alguno). Los cuerpos nuevos, los rincones inexplorados, los secretos y miradas cómplices....Felicísimo y divertido 2022: que folléis mucho y bien.

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  2. Pues sí. Qué complicado...

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