Es un tipo inteligente, y lo tiene todo.
Dinero, ambición, una vanidad elegante y estúpida, una planta
distinguida - ¿qué tienen los ricos que siempre son guapos?- una
simpatía arrolladora, don de gentes.
Pero, ¡ay!, una inteligencia sin bondad es como una féretro calafateado de terciopelo y acolchado
con satén tisú.
Lo que nos redime no nos protege de nada y, sin embargo, nos salva.
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¡Que tengáis un viernes "Mafaldoso" !
"Una inteligencia sin bondad": yo lo he visto en las empresas, pero también en las más altas esferas del Betis. Lo primero no me causa ningún problema. Lo segundo nunca lo he podido entender, me bloquea el cerebro.
ResponderEliminarSí es cierto que mucha gente ha quedado desprotegida por su bondad y se ha abusado de ellos (especialmente en la adolescencia); Dios lo tendrá en cuenta.
Muy buen viernes tambien para ti, y para Manu
ResponderEliminarEn la grosera sensualidad de nuestros tiempos, la virtud tiene que pedir perdón al vicio (Shakespeare).
ResponderEliminarMe recuerda a Benigna, personaje de Misericordia (Galdós): "y movida por su generoso instinto que en aquella edad primera había sido fundamento de su carácter imprevisor y de sus desgracias.........."
ResponderEliminarLa bondad es un privilegio de almas fuertes despreciada por el espíritu vulgar y filisteo.
ResponderEliminarMuchas gracias. Se hará lo que se pueda.
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