martes, 9 de septiembre de 2014

LOBBYS

Hablando de una famosa, le comentan a Jorge Javier Vázquez que es novia de un "periodista de esta casa que no es homosexual".

- ¿Que no es homosexual en esta casa?- señala con guasa - ¡imposible!: ¡los conozco a todos, y aquí somos mayoría homosexuales!.

Lo dijo en broma, aunque ya se sabe que Tele  5 es un nido de mariposones. Y si no lo eres , cuídate de tener pluma.
Esto me hace pensar en los Lobbys. 
Son grupos de poder con un común denominador, que es el que  selecciona sus fieles. Pueden ser de muchos tipos, el "gay"  es uno de ellos . El modo cómo lo hace, sin em­bargo, es lo bastante peculiar como para que valga la pena tratar de comprenderlo. 
Recomiendo vivir en Galicia una temporada para tratar de comprender esa sociedad que aún esconde modos caciquiles, y secretas adhesiones de por vida: si hoy en Alaska un gallego comienza un negocio , y le va bien, dentro de 25 años hay miles de gallegos en Alaska que les irá muy bien.
Si hoy en Alaska un castellano leonés, o un aragonés, comienza un negocio, y le va bien, se muere sólo con ese negocio dentro de unos años.  
Esto de los lobbys es muy curioso: a veces, resultan útiles durante cierto tiem­po; otras, son completamente dañinos. Pero siempre se conforman gracias a una concentración indebida en torno a una verdad, o una verdad a medias.

Hay fanatismo en todos  los lobbys:  lo nuestro es lo mejor. No son hombres que aman de­masiado la verdad; nadie puede amar demasiado la verdad. Son hombres que aman su verdad más que la verdad misma. Prefieren la verdad a medias que ellos  han descubierto, a la verdad completa que ha en­contrado la humanidad. No le gusta ver su pequeña y preciosa parado­ja atada con veinte perogrulladas en el paquete de la sabiduría del mun­do. 

Estoy convencido, queridos, que os vienen a la cabeza unos cuantos lobbys ahora mismo, porque los hay a paladas.  

Pero siempre se comete el mismo error fundamen­tal: se supone que el hombre en cuestión ha descubierto una nueva idea. Pero, en realidad, lo nuevo no es la idea sino la separación de la idea. 

Es muy probable que la idea misma se encuentre repartida en to­da la historia. Siempre hubo homosexuales, y gallegos, y franceses, y católicos, y luteranos, y  gente del Barça, y del Madrid.

El problema está en que te guste tanto el Madrid que el criterio para seleccionar en una empresa sea tener el carnet del club de los amores del lobby. 

Si, encima, el criterio es que seas del Entrepinares, club de rugby de Valladolid pues, entonces, estás condenado a la esterilidad, porque son muy pocos.

3 comentarios:

  1. Yo viví unos años en Orense, pocos pero suficientes. Allí, por aquel entonces, reinaba un tal Baltar, del cual decían que había colocado a medio Orense y a toda su familia. Pues bien, un día comiendo con mis mejores amigos de allí, hice un comentario sobre lo tremendo que era aquello y como nadie paraba a semejante cacique, sobre todo cuando la cosa era tan conocida por todos. Y cual fue mi sorpresa cuando mi amiga, universitaria, lista, trabajadora, etc, etc, me dice que ella lo entiende!!! Que lo de la familia le parece que no está del todo mal!!! Que cualquiera hubiera hecho lo mismo!!!

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  2. Los lobbies no siempre estan unidos por unas ideas ni por un concepto uniforme de "verdad". Hay lobbies de muchas clases y lo que une a un lobby es un interés común que puede ser puramente material, económico, racial, político... Sería como un gremio si cambiamos el oficio por el "interés de grupo". No es un concepto necesariamente malo, o por lo menos no más malo que el hecho que exista en los juicios la figura del fiscal o del abogado defensor, los cuales defienden una determinada culpabilidad o inocencia al margen de que se ajuste más o menos a la verdad real, basta con la verdad probada.
    Los lobbies tienen como prioridad el interés del grupo, y, dependiendo de la calidad humana y del interés del cual hablamos, pues será algo bueno o malo. El llamado lobby homosexual defiende los intereses de las personas que viven su sexualidad de esta forma.

    Vinu

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  3. Una cosa es el lobby, otra el nepotismo , otra la oligarquía y otra el sectarismo. La primera, como en EEUU, si está regulada y controlada, no tiene más problema. Lo que hay en España son las otras tres. De la última, tenemos el triste record de que en España se fundó.

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