Desconfío de esas personas que hacen de la moral un arma arrojadiza contra los demás.
La moral es necesaria, hasta
cierto punto. Porque si existe en códigos es porque nuestra naturaleza es un desastre.
Y desconfío no porque los hombres la practican, sino
porque a menudo se detienen en ella. Se paran y se miran en ese espejo
de las normas y de las buenas costumbres, empleándola como medio para
justificar lo más inmoral de sí mismos: su miserable autosuficiencia
egoísta, su imagen de “buena gente”, de personas de orden y de bien, y
su acritud a la hora de juzgar a los demás.
Si algo sé de mi es que no soy buena gente. Y si algo sé de los demás, es que tampoco lo son.
No soporto al que te profetiza un "ya verás, ya, cuando dé la vuelta la tortilla". ¡Idiota! , crees que porque te preguntas atormentado cuántas personas
estarán en gracia de Dios en un campo de fútbol, y sufres por ello en tu
inconsciente histeria, tienes la sensibilidad de los santos.
Y no caes en la cuenta de tu estúpida seguridad de
elegido.
No entiendo esa moral que no se reconoce débil.
Lo que hace despreciable a Pujol, a Bárcenas, o a Maciel, es que se ponían de ejemplo de santidad.
Lo que hace despreciable a Pujol, a Bárcenas, o a Maciel, es que se ponían de ejemplo de santidad.
De estos hay una clase q son una calaña especial. Además de esa autoestima q les hace pensar q sólo ellos no se equivocan y poseen la verdad y son modelo en todo, están los q llevan una doble vida y la justifican como "debilidad". Viví con uno de ellos. Era increíble. Lo de los demás eran pecados, lo suyo debilidad. El no tenia defectos, eran apreciaciones nuestras, subjetivas, pero los demás si, estábamos cargados de defectos. Y urgentemente teníamos q corregirnos.
ResponderEliminarEn una de las personas q peor me lo hizo pasar. Era y es un auténtico vendedor de humo.
Huy ... tu crees que Bárcenas se ponía de ejemplo de santidad? ... no conozco ni su historia ni sus circunstancias, pero yo lo veo más bien como un jeta y un vividor, o ese aire le veo.
ResponderEliminarLeo unos textos del Horinapla cuando siendo presidente hablaba de su honradez
EliminarA eso me refiero con Barcenas
Habria que escucharle antes de ser pillado
En el último círculo del inferno está Maciel. En la gradación del mal, tiene el triste honor de llevarse el premio al peor de todos. Arbol podrido con ramas podridas. Más le valdría no haber nacido!
ResponderEliminarSí está buena, sí. Vulgar pero buena.
ResponderEliminarLo que les pasaba a Pujol, Maciel y cía es que estaban en el poder y como la moral es para los débiles ellos no tienen que sujetarse a ninguna. Siguiendo lo de la pietax, ellos disfrutan de su abundancia mientras los demás padecen, y les parece bien, y no moverán un dedo para disminuir los padecimientos, ni siquiera se les ocurre. Organizan un banquete mientras los demás mueren de hambre y son incapaces de solidarizarse con sus conciudadanos porque están ciegos. Estos seguirán pensando que son de otro planeta hasta que les envíen a la guillotina.
ResponderEliminarLo de la guillotina me ha gustado.
ResponderEliminarTus palabras me recuerdan a lo que era antes yo, y lo veo tan lejano que a veces me parece como si hubiera sido un sueño... ¿Gracia de Dios? Si nuestra naturaleza nos hace tan falderos o impulsivos o violentos... y es Dios quien se supone que ha hecho esta naturaleza... que sentido tiene hablar de gracia de Dios; quizá mejor decir que Dios nos ha hecho una gracia con todo. Pero sabes... no creo que nuestra naturaleza sea un desastre, eso te lo hace decir precisamente la moralidad que criticas. Obviamente existen los monstruos, los vemos en las guerras, en las situaciones en que ninguna autoridad literal o social nos protege de los cerebros inhumanos, pero nuestra naturaleza también ha creado la sonrisa, la empatía, la ternura, el amor, la esperanza, la solidaridad, la inteligencia... y es más, y más fuerte, lo bueno que lo malo. Los pseudosantos que describes son unos ignorantes, como lo era yo; se lo han tragado todo, y todo lo ven a través del cristal rayado y coloreado de lila que les han plantado en los ojos. Y no saben que tienen este cristal delante de sus narices. Y se creen iluminados. Y acaban muchos visitando al psiquiatra (de casa), empastillados, y inquietos, por ver como los inmorales son felices y ellos no acaban de serlo del todo. El Dios verdadero ama a todas las personas, incluso a Bárcenas y a Pujol, que no son despreciables; si lo fueran, no podríamos acusarles de obrar según lo que son. Nos podemos enfadar con ellos porque son infinitamente valiosos y dignos, y lo que han hecho es despreciable, y no es acorde con lo que son. El Dios que no nos ha pedido permiso para darnos el “ser” ¿por qué tendría que estar obligado a pedirnos permiso para acogernos siempre aunque seamos Robin Williams y nos suicidemos? ¿Qué Dios sería ése que fabrica seres tan joputas como nosotros y después los condena por ser joputas? Sería un Dios inventado por los que necesitan que las ovejas tengan miedo para dirigirlas. Un poco como a las pobres prostitutas africanas a las que controlaban con su miedo al vudú; su falsa fe las hacia esclavas. Cuantos esclavos van con hierros clavados en el muslo creyendo que eso agrada a Dios! Con lo bonita que es la vida. Sonreid, coño, y dejaros de penitencias, que la vida ya las tiene! Panda de creídos que se creen santos. Ah... y te equivocas... eres buena gente, y muchos más también lo son. El problema es que igual que yo, y aunque no lo sepas, eres un mono, y el cerebro de los monos tiene golpes raros. Pero todo pasa, y amanecerá.
ResponderEliminarVinu
Es verdad que ha cerrado el hotel Lotti de París?
ResponderEliminar¿En serio?...¡acojonante!
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