viernes, 12 de septiembre de 2014

PENSAMIENTOS.

Hablando de Botín, me hace ver un amigo " que los ricos son ricos hasta el último céntimo. En ese sentido hasta el pobre más desgraciado puede ser rico, apegado a su miseria, como urracas  que atesoran tonterías: ¡anda que no hemos conocido ricos pobres!.

Es verdad. 

Repaso la parábola del rico Epulón y tiemblo

"Padre Abraham, ten misericordia de mí y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en esta llama"...."Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quieran pasar de aquí a vosotros no pueden, ni de allá pasar acá".

Ya en vida , Epulón se había abierto esa sima invisible que le impedía ver en su puerta al pobre Lázaro.

¡Qué pena!. Estos días de fiesta en Valladolid, donde acompaño en casa una mujer  enferma, maravillosa y ejemplar, al ver tanta gente yendo de aquí para allá, muchedumbres buscando una dedada de miel que le salga gratis, pienso que somos obras maestras que vamos en un tren , desconociendo nuestra última estación.

Todas llevan una corona de oro en sus cabezas  sin saberlo: ¡somos ricos!.

La frase más profunda que jamás se ha dicho sobre nosotros mismos , ¡y ojo que sabía de qué hablaba su Autor!, es : "Padre, perdónales, que no saben lo que hacen".




2 comentarios:

  1. Yo siempre digo: "nihil habentes et omnia possidentes".
    No es riqueza lo que está fuera de nosotros, sino nuestra actitud hacia las cosas. Como escribió alguien: tú mundo lo llevas dentro.

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