El humor es un capricho, un lujo, una pluma de perdiz que se pone uno en el sombrero; un modo de pasar el tiempo.
El humor verdadero no se propone enseñar o corregir, porque no es ésta su misión . Es como una pieza musical, como una canción, como un disco de música de baile, que se escucha para pasar el rato.
Esa ha sido mi manera de educar y de enseñar cuando fui profesor , la risa, el buen humor, la alegría: lo que se aprende riendo no se olvida nunca.
Eso sí que es cierto. Las experiencias ligadas a la emoción son inolvidables. El ejemplo típico es que todos recordamos lo que hacíamos el fatídico 11S de las torres gemelas (a mí me cuesta recordar el año, pero sé lo que hacía cuando me enteré). Es porque el hipocampo, que gestiona las emociones, trabaja también con la memoria.
ResponderEliminarEn la edad media para marcar los lindes de los campos se traía a un zagal y le decían: recuerda, en esta árbol acaba la tierra de Sánchez y empieza la de Jiménez. Luego, zurriagazo y ya no se le olvidaba en su vida. Sí, es mejor hacer rerír.