Hay personas que le desagradan las biografías y que el género les parece puramente chismoso.
A mí, en cambio, me encantan; y no por lo que pueda tener de cotilleo, sino por su cualidad especular. Creo que al leer las vidas de los demás estamos intentando aprender de ellos: los personajes biografiados son exploradores que van de descubierta por esa terra incognita que es la existencia. Estudiamos sus aventuras y sus desventuras con el afán de deducir cómo es aquello que nos espera: cómo se puede uno manejar ante el triunfo y el fracaso, ante la vejez, el desamor o la pérdida, ante la muerte de los demás y la muerte propia.
El hombre era rico de cuna y se casó con una mujerona bien de Barcelona:
- Baltasar Porcel fue novio mío muchos años- recordaba vanidosa.
El hombre era esférico: cabeza esférica, ojos esféricos , dedos rechonchos y morcillones. mofletes esféricos, sonrisa bonachona.
Se sentaba en el sillón de la sala de estar del colegio, con los pies colgándoles al aire , y su tez sonrosada. Se daba un aire a Elmer, un cazador de los dibujos animados de Hana & Barbera.
Se arruinó por su mala cabeza. Su mujer creía que era un mago de las finanzas, así que él le convenció para que llevara su patrimonio. También la arruinó.
Desesperado fue a visitar a su madre y le contó la verdad.
La madre confió en su único hijo .
- ¿Por qué no administras mis cuentas?
Efectivamente, poco después había arruinado a su madre.
Y decidió suicidarse. La madre le sugirió acompañarle en ese último viaje.
Mató a su madre. Y cuando lo intentó él, ¡cosas de la vida!, sobrevivió a la sobredosis.
Creo que ya cumplió condena.
-Tráele un vaso de whiski a este señor.- dijo a su señora cuando le visité hace años.
Este señor era yo. Su adorable mujer , la novia de Baltasar, cuidaba al burgués con un mimo de barragana de canónigo.
Y la vida siguió...
Hoy no he entendido nada :'-(
ResponderEliminarEs posible lo haya escrito confuso.
EliminarMañana toca optimismo!
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