lunes, 24 de julio de 2017

CAMINO DE MATILLA: LAS BANDERAS

Yendo  de   aquí  para    allá  en  una  excursión en el  Garraf  me  topé con   un  templo  budista.

En  un   espacio  bastante  grande   vi  unas  telas   en un  espacio  circular  abierto  y soleado. Pregunté  a una  señora  que  salió  del  templo  , llevaba  la  inconfundible  túnica  azafranada. Me  explicó  que  eran  banderas  tibetanas de oración:unos  paños  de colores engarzados a una soga que flamean constantemente al viento desde los tejados de casas, las cimas de los montes y explanadas de los templos.

 En esas tejidos  los   buenos  budistas depositan toda clase de  pensamientos, deseos ,  ilusiones en forma de plegarias.  Será   el viento quien  se encargue  de expandir esas  oraciones   hasta regiones desconocidas  donde habitan las fuerzas misteriosas que han sido invocadas.  Es  una  especie  de  comunión  de  los santos.

Paz, fortuna, salud, belleza, armonía, amor, serenidad,  desapego,  son las constantes del corazón de los mortales

Las banderas tibetanas de oración están ya penetrando en nuestra cultura.  No  es  la  primera  vez que  veo en  la entrada de  un  chalet  en  una  urbanización una  de esas  banderas. La  tibetana  es  de  Utebo, tiene  cara  de  Utebo, pero  respira   Nepal  por  los  cuatro   costados.

Después, el viento   cambia de dirección,  y devuelve las plegarias. 

Unas veces atendidas, otras desechadas:  es  el  destino. 

A  mi  todas  las  respuestas  que  me  ha  traído ese  viento  han sido rechazadas.  Todas   han regresado  con un silencio  cruel. Todas  sin sentido.  Todas  nada. 

Las banderas de oración se llevan con el viento nuestras  ganas  de  amar, de  ser  mejores  personas, de  que  se  obre  ese  milagro, de  que  sea  uno  el  enfermo   y  que  se  sane  la  otra, de  que a  lo  mejor  esta  vez  sí...pero no:  sigues  pidiendo, continúas engarzando  trapos  a  ese    mástil . Y   sigues  naufragando.

Muchas  veces  pienso  que  ya  vale,  que  no  merece  la  pena  seguir  soñando, sin  embargo, sólo sabiendo  que es  un sueño  es  probable  que  despierte  a un milagro   que  no  logro  entender.

Ayer, en  Soria: ¡maravillosa ciudad, y entornos, para andarlos!

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ESPACIO RADICAL: CAMINO DE MATILLA: SORIA

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