domingo, 30 de julio de 2017

LO QUE HACEMOS MIENTRAS ESPERAMOS.

El tiempo es lo que uno hace. 

¿No  te  ha sucedido  llegar  con antelación a  una  cita y, viendo  que  hay que esperar, decides   "hacer  tiempo"?.

Entonces, entras en un bar, tomas un café, lees el periódico, das la vuelta a la manzana, miras escaparates, ves pasar la gente. 

Esa es la materia de  la  que  está  hecha  el tiempo: cosas  tontas,  anodinas, repetidas e incongruentes que uno ejecuta antes de esa  cita.

También  estamos  citados con la muerte, y  es  tan verdad  esta  comparación que  al punto de encuentro con ella siempre se llega con toda una vida de antelación.

El mundo está constituido por una trama de actos ínfimos, llenos de belleza y de maldad, de  orden y desorden, de  alegría  y tristeza, que forma el humo  de  ese  cigarrillo  que fumamos  y  respiramos. 

El tiempo  no  existe.  Si el tiempo es un tejido inmaterial que se compone de lo que uno hace cada segundo, pon ahora una  balada y aspira suavemente el crepúsculo de la tarde sentado en la verde ladera ,y vete  elaborando   el hilo de la crisálida  que tu  particular  gusano está envolviéndose. 

En el  interior de  ese  capullo  amarillento  que respiras están todos los amores que has tenido, las risas con los amigos, los versos más inmarcesibles, las fiestas, las hierbas recién segadas, el olor a tierra mojada,  la  sonrisa  de  las mujeres  que amaste, los juegos de la niñez y todos los columpios. 

¿Qué dice esa canción que canta una mujer con la garganta rota por el alcohol? Dice que el amor es como la brasa de un cigarrillo que se consume a medida que se acerca a tus labios.

Acerca  ese  cigarrillo  a  tus  labios  y  "haz tiempo"  , recordando todas  las  cosas  buenas  que has hecho.

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ESPACIO RADICAL LIBRE: MATILLA DE ARZÓN.

  

1 comentario:

  1. Es una entrada existencialista!!! Ahora estoy leyendo El mito de Sísifo, de Albert Camus.

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