Lo hago desde hace mucho tiempo: para dulcificar el insomnio acostumbro a imaginar escenas de mi vida pasada: cumbres que coroné en excursiones con gente maravillosa, tertulias cantadas durante horas con un entusiasmo histérico , o detalles de relaciones donde puse el corazón, y poca cabeza, toda la historia con Manuela, o los encuentros con Juan Pablo II...y otras vidas así.
O, incluso, esas personas que tratan de mantenerme lejos. No disminuirá mi afecto por ellas. Todos los esfuerzos para salvarme de ellas, fracasarán.
O, incluso, esas personas que tratan de mantenerme lejos. No disminuirá mi afecto por ellas. Todos los esfuerzos para salvarme de ellas, fracasarán.
Todas esas escenas me ayudan a navegar la noche, pero en medio de esos amores ,a veces elaboro inútiles disquisiciones que añaden más confusión a la oscuridad y entonces me duermo.
Para conciliar el sueño a altas horas de la madrugada, escucho "Contigo en la distancia" ( la canción que le canté a capela en nuestra boda a Manuela)
Mientras Cristina Aguilera canta eso de que " contigo en la distancia estoy" , me da en el magín que el alma humana que ha compuesto esta maravilla merece salvarse.
Pero no sé.
¡ Qué más da! Estos pensamientos tontos con los que paso la noche, tampoco son para tanto. Porque al recordar mi particular magdalena de Proust, como Manuela, o toda esa gente que amé, y amo, la vuelvo a vivir en la memoria.
Y si pienso en la estrella más remota de la última galaxia, solo de pensarla, ya estoy en ella.
Entiendo el sentimiento nocturno.... la obligación decvivir solo permite pensar en un pasado que no volverá jamás... si bueno fue, solo queda un sutil recuerdo que da un soplido de termura y felicidad.
ResponderEliminarCómo dice la mayoría, hay que vivir honbre! Anima esa cara! Que tienes mucho por delante... y en tu cabeza.... solo tienes un largo día por vivir hasta que llegue la noche!
A mí también me gusta imaginar mi vida y me convierto en diferentes personajes. Me cuento mi vida y se la cuento a otros y a veces me pregunto si soy un mentiroso ¿es mi vida tal y como (me / se) la cuento? Aquello de Pirandello: tú no eres tu personaje, pero tu personaje eres tú.
ResponderEliminarAhora estoy más en la línea de Habermas, Umberto Eco, Benedicto XVI y Julio Iglesias: la obra de arte es más inteligente que su autor, cobra autonomía y hay tantas interpretaciones como personas. Umberto Ecco escribió Opera Aperta, BXVI lo expresó con que hay tantos caminos como personas y Julio con lo de "las obras quedan las gentes se van".
Así también me explico porque gente a los que considero tan ruines (¿más o menos que yo?) han podido escribir cosas tan bonitas (eso yo no). Aquí pongo a Pablo Neruda (después de leer Confieso que he vivido).
La capacidad de manejar conceptos abstractos y la de soñar, son las cualidades que mas nos diferencian del resto de seres vivos.
ResponderEliminarNormalmente me imagino mas cosas de las que me gustarían, y peco de pesado al comunicarme
Pero mediante la abstracción puedo ponerme en lugar del otro.
Y por eso nunca me ofende escuchar juicios sobre mi apasionada costumbre de soñar.
Entiendo que los sueños son muy difíciles de compartir.
Pero cuando lo consigues..., un infinito mundo de posibilidades se abre.
Quería decir Gadamer, no Habermas. Siempre los confundo por el debate que tuvieron sobre si el mundo lo tenemos que entender (Gadamer) o hay que transformarlo (Habermas). Nuestro Fundador, por ejemplo, estaba con Habermas: dar la vuelta al mundo como un calcetín (el problema es cuando te dan la vuelta a ti, como un calcetín, y no te reconoce ni tu padre). Gadamer era más contemplativo, como lo de la entrada de ayer.
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