jueves, 27 de julio de 2017

CAMINO A MATILLA : UNA NOCHE EN BENAVENTE

Lo  hago  desde  hace  mucho  tiempo: para dulcificar el insomnio acostumbro a imaginar  escenas  de mi  vida  pasada:  cumbres  que  coroné  en  excursiones  con  gente  maravillosa, tertulias  cantadas  durante  horas  con un  entusiasmo histérico , o detalles  de  relaciones  donde  puse  el corazón, y  poca  cabeza,  toda  la  historia  con Manuela,  o  los encuentros  con  Juan Pablo II...y otras vidas   así.

O, incluso, esas  personas que tratan de mantenerme lejos. No disminuirá mi afecto por ellas. Todos los esfuerzos para salvarme de ellas, fracasarán.

Todas  esas  escenas me ayudan a navegar la noche, pero en medio de esos amores ,a veces elaboro inútiles disquisiciones que añaden más confusión a la oscuridad y entonces me duermo.

Para conciliar el sueño   a altas horas de la madrugada, escucho  "Contigo en  la  distancia"   ( la  canción  que  le  canté a  capela  en nuestra  boda a Manuela)

Mientras Cristina  Aguilera canta  eso de  que  "  contigo  en la  distancia estoy" , me  da en el magín  que  el alma humana  que  ha  compuesto esta  maravilla  merece salvarse.

Pero no  sé. 

¡ Qué más da!  Estos pensamientos    tontos   con los que paso la noche,  tampoco son  para tanto. Porque al recordar mi  particular  magdalena de Proust, como  Manuela, o  toda esa gente  que  amé, y amo,  la vuelvo a vivir en la memoria.

Y  si pienso en la estrella más remota de la última galaxia, solo de pensarla, ya estoy en ella.

¡Dios!:  si  no existes, ¡ vaya  fraude!
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ESPACIO RADICAL: BENAVENTE

4 comentarios:

  1. Entiendo el sentimiento nocturno.... la obligación decvivir solo permite pensar en un pasado que no volverá jamás... si bueno fue, solo queda un sutil recuerdo que da un soplido de termura y felicidad.
    Cómo dice la mayoría, hay que vivir honbre! Anima esa cara! Que tienes mucho por delante... y en tu cabeza.... solo tienes un largo día por vivir hasta que llegue la noche!

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  2. A mí también me gusta imaginar mi vida y me convierto en diferentes personajes. Me cuento mi vida y se la cuento a otros y a veces me pregunto si soy un mentiroso ¿es mi vida tal y como (me / se) la cuento? Aquello de Pirandello: tú no eres tu personaje, pero tu personaje eres tú.
    Ahora estoy más en la línea de Habermas, Umberto Eco, Benedicto XVI y Julio Iglesias: la obra de arte es más inteligente que su autor, cobra autonomía y hay tantas interpretaciones como personas. Umberto Ecco escribió Opera Aperta, BXVI lo expresó con que hay tantos caminos como personas y Julio con lo de "las obras quedan las gentes se van".
    Así también me explico porque gente a los que considero tan ruines (¿más o menos que yo?) han podido escribir cosas tan bonitas (eso yo no). Aquí pongo a Pablo Neruda (después de leer Confieso que he vivido).

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  3. La capacidad de manejar conceptos abstractos y la de soñar, son las cualidades que mas nos diferencian del resto de seres vivos.
    Normalmente me imagino mas cosas de las que me gustarían, y peco de pesado al comunicarme
    Pero mediante la abstracción puedo ponerme en lugar del otro.
    Y por eso nunca me ofende escuchar juicios sobre mi apasionada costumbre de soñar.
    Entiendo que los sueños son muy difíciles de compartir.
    Pero cuando lo consigues..., un infinito mundo de posibilidades se abre.

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  4. Quería decir Gadamer, no Habermas. Siempre los confundo por el debate que tuvieron sobre si el mundo lo tenemos que entender (Gadamer) o hay que transformarlo (Habermas). Nuestro Fundador, por ejemplo, estaba con Habermas: dar la vuelta al mundo como un calcetín (el problema es cuando te dan la vuelta a ti, como un calcetín, y no te reconoce ni tu padre). Gadamer era más contemplativo, como lo de la entrada de ayer.

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