Paseo por san Cugat y no sé por qué ncomienzo a contar cagadas de perro en las aceras . Me han salido unas cuantas. Más de diez. Un perro en Cataluña es un ser privilegiado. Bueno, en España, no vaya a ser que se me enfaden.
Un can con sólo tirar un poco de la correa, puede hacer caques en la puerta de la Gerenalitat , en la fachada de la Sagrada Familia , frente al Museo Picaso, en la explanada de entrada a la Catedral , junto a la fuente de Canaletas, o en el Nou Camp.
A ver quien cojones tiene un lujo semejante. No hay millonario que pueda alibvuiarse , aunque quiera, en semejantes lugares. Y ningún tío de la CUP antisistema se atreve a provocar cagando en medio de la Ramblas.
Si deseas ser alguien, sé perro. Es un símbolo de la modernidad .
Llegué a casa y me puse a contemplar otra vez las vagas estrellas. Te voy a decir un secreto: para salvar al mundo hay que empezar por huir.
¡Excelente!
ResponderEliminarCómo nos gusta cargarnos de responsabilidades, para terminar abandonándolas, cediéndolas, en mitad de la calle.