jueves, 20 de julio de 2017

CAMINO DE MATILLA: DE CANDASNOS A BUJARALOZ.

Ando  en la calorina desde  Candasnos a Bujaraloz. Está  cayendo Lorenzo a  plomo, pica el sudor  en los ojos. 

Esta   mañana  me  llama  la  atención la  extrañeza  que  me  produce haber podido  pasar varias  horas mirando  este  paisaje de los Monegros, como un mar de        solana , en un  estado  mental  vacío, sin  pensar  en nada, tal vez  recordando alguna nadería imprecisa. No sé  si  se  podría  llamar  a  esto un  estado  contemplativo. 

Aunque tengo  para  mi  que es  algo  cercano a  la  imbecilidad.  

Me  alojo  en un hostal  en Bujaraloz. Llego a  las cuatro de la   tarde. Al  realizar  la  reserva,  por hacerle  una  gracia  a  la señora, imitando  ese acento  baturro de  la zona,  le  digo:

- Fíjese  el  calor  que  ha  hecho  hoy  que  he  visto  por medio  de  los Monegros  a  Tarzán  vestido de  primera  Comunión.

- ¿Y cómo esu?- me pregunta  con los  ojos  muy agüevados la  señora.

- Pos  yo  que sé, la calor,  que  se  mete en el  cónquevo  del  cerebro, supongo.

- ¡Madre  mía,  qué  cosas más  raras  ve  usted!.

La mujer  se  ha   reído  con  ganas,  y el marido ha salido  de  la cocina   , amoscado  por  las  risas. No me he  atrevido a  decir  nada porque estos tíos por  una  tontería  te montan  una  que  te acuerdas  toda  tu vida.

Los Monegros  me  gustan mucho. Los  grandes espacios nos  hacen   más  receptivos a  la luz, a los  colores, a  nuestra  pequeñez.

Antes  de llegar  al  pueblo, en lo  más  desértico de la   etapa  de  hoy, escuché  el candor del sonido del agua  en un recato. En medio de  aquel secarral, ese  tintineo, puro, fresco, me  ha  parecido un lujo  exquisito.
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ESPACIO RADICAL : CAMINO DE MATILLA: BUJARALOZ.


1 comentario:

  1. Hace ya 27 años que caminé de León a Santiago. Disfruté muchísimo. Me prometí volver. Y ya hace 27 años. El tiempo vuela ... ¿y? Es increíble cómo desperdiciamos lo más valioso :(
    Me estás dando envidia. Y yo también necesito soledad, aislamiento, reclusión ... huir.
    Un abrazo.
    ¡Ultreia e suseia!

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