miércoles, 5 de julio de 2017

GUÍA PARA ESTRELLAS MICHELÍN

Paseando por  Barcelona encuentras  muchos  mendigos con un perro a sus pies.  No son perro flautas. Están allí, en una acera  de Plaza Cataluña,   viendo pasar la vida. No se  sabe  quien tiene más  porquería , y tampoco  parece  importar.   

El indigente parece el resto de un naufragio  abrazado a la tabla del chucho donde a pesar de todo   aún les brilla la mirada viva como una brasa. En la India hay  miserables  que a sus perros les arrancan los ojos  para que les guarden fidelidad.

Buena metáfora de algunos  estilos de  educación.

Un día que fui a Zaragoza visitar a mis padres  vi un  pordiosero que conocía. Había ido por Cuellar, un club  Juvenil  al que íbamos los dos . Estaba en el Paseo de la Independencia pidiendo   limosna. Me dio mucha pena.  Esta gente  rara  , que no entendemos  las razones de abandonar el barco de su vida, esconden   un exceso de sensibilidad: no han podido soportar el despecho de un amor, una  herida familiar ,  o la vida, que cansa.

Lo  que sí  es cierto es que es gente viajada, con mucho mundo. Hablas con ellos y han estado aquí y allá . Y, exceptuando los idiotizados  por el alcohol, no hay un menesteroso  en la tierra que no sea elegante.  Hablan muy bien . Y estos de Barcelona  tienen su nivel: esquina Corte Inglés, ¡eso es una plaza!

Un profesor del IESE, también muy viajado , aunque menos que un vagabundo de Manhatan, me aconsejó: "si quieres saber  cual es el mejor restaurante de una ciudad  pregúntale a un mendigo. Es la mejor guía Michelín".

  ¿Con qué cara  se  pregunta a un baranda  de  estos  por un restaurante de cinco tenedores? 

- Saben muy bien lo que dicen-  respondió-  aunque ellos no entren  nunca en los elegantes restaurantes por la puerta principal como los  grandes  del mundo , los conocen por la alta calidad de sus sobras y desperdicios. Hurgan a determinada hora en los cubos de basura de los callejones traseros junto con el pestilente rebufo de las cocinas, y allí  escogen Ceviches de pescado, Carpacio de lomo, Cordero Libanés, Ensalada César, o  Pimientos de piquillo rellenos de  bacalao.

Pues, ya sabéis...es un consejo de un profesor que cobra una pasta  por asesorar  a multinacionales.

----------------------------------
ESPACIO RADICAL: EL DULZOR DE ALGUNOS FRACASOS.


2 comentarios:

  1. El otro día estaba pensando en esto de ser viajado o no cuando leí que Kant no había salido nunca de su pueblo, de Königsberg.
    Respecto a los mendigos, yo haría como Sancho en sus ordenanzas de la isla Barataria. Instituyó la figura del alguacil de mendigos para comprobar que los que piden son realmente necesitados. Aquí en Barcelona hay mucha mafia, que la pobre de la puerta de mi Iglesia (Rosellón Muntaner) ya va por el tercer niño y estoy harto de ver a pobres hablando por el móvil.
    Si no cobran pecadores por justos, aunque el que da nunca se equivoca.

    ResponderEliminar
  2. Vaya profesor. Hay que ser hipocrita

    ResponderEliminar