martes, 25 de julio de 2017

CAMINO DE MATILLA: UN DÍA EN BURGO DE OSMA

Burgo  de  Osma  es  una  joya. 

Todo  vale  la  pena. Parece  mentira  que  una  pequeña  ciudad  de  apenas  5000  almas  pueda  albergar una  Catedral  así. Y  no digo más. El  que  quiera  peces,   que se  moje el culo. Avisaus  estáis.

Subí al Castillo, y de allí  a unas minas  en  lo alto de  una meseta  con una vista  aérea circular a  Soria  todo.

De  regreso  , paré  a  tomar  una  cervecita  fría  en la  plaza  de la  Catedral. Allí  le   pegamos  a  la  hebra   un  señor  de  Zaragoza  y  el menda. Hablando , hablando, llegamos  a  intimar.

- ¿Y  por  qué  está  usted  aquí?-  `preguntó.

-Voy  Camino de  Matilla...ando.

- ¿Vale  la  pena andar?.

-  Bueno, andar  es  recordar  que  estás  vivo. Eso es  un privilegio, no un derecho. Se  me  murió  la  mujer  hace  tres años, y eso obliga a plantearte muchas  cosas, por  ejemplo,   como  vives. Y  una , al  menos para  mi,   es  contemplarla: andar ayuda. No tienes  prisa. Vas  desprendiéndote  de capas. No sé...¿ve ese árbol de  allí?. No sé  cuánta  gente  que pasa por aquí  se habrá  percatado  de  la belleza  que  transmite.

- Le envidio. Yo  sólo  pienso  en  trabajar. Tengo varios  restaurantes,  abrí  una  tienda  para  una hija,  me  he  separado  dos  veces. Estoy aquí  porque  he  invertido en  varios  pisos y  tengoque  estar al loro...mi  vida es  un  lío. A  veces  pienso  que  soy  como uno de   esos  chinos malabaristas  que  llevan diez  platos  girando   sobre  unos  palitos , dando  vueltas  con las manos para  que  continúen centrifugando , y  el  tío , de  culo, yendo de  aquí  para allá...¡y  no  haces  otra  cosa  que  mirar   los  putos  platos girando  para  que  no caigan!

- ¡Oiga,  es  muy  buena  esa  metáfora!

-  Es  la  verdad. Le estaba  escuchando  y pensaba " jódelo: un tío que  contempla  la vida".

Nos  intercambiamos  los  teléfonos - es de Zaragoza- y  quedamos  en  llamarnos  ,  si  la  vida  nos  llevaba  a  otro  cruce de  caminos..

Y yo me  fui a  contemplar  la vida, y él, calle abajo, con la  cabeza  mirando los platos  girando al viento  imperio, yendo de  aquí  para  allá , dando  impulso a los palitos. 

-----------------------------------------------------------
ESPACIO RADICAL: FOTOS

3 comentarios:

  1. Yo también estoy en el lado contemplativo, no tengo duda de que es lo mejor.
    En un viajecito he aprovechado para leer el libro de Francisco Luzón que recomendaste: El viaje es la recompensa. Me gustó mucho, aunque creo que él se ha perdido muchas cosas de la vida, con tanto viaje y tanta actividad. Creo que también estaba girando platos.
    Respecto a la relación de causalidad entre su despido del Banco de Santander y el ELA, yo no lo veo claro. Pienso que lo aprovecha para culpabilizar a otros y que se sientan mal. Yo aquí tiendo más al existencialismo: ¿cómo recibes y transformas tú el contexto, el entorno? En eso puedes influir pues es algo tuyo, no el entorno pues es algo externo y no depende de ti.

    ResponderEliminar
  2. Ese camino cambiante merece mucho respeto.
    En realidad es el mayor invariante de nuestras vidas.

    ResponderEliminar