sábado, 9 de diciembre de 2017

EL ULTIMO VIAJE

Cerca de casa hay  varios bares  donde  se juega  la partida  desde la tarde  hasta  el cierre. Uno de  los tahúres  es un médico que conozco bien. Católico  a machamartillo, de los que no dan paliativos del dolor en el momento de partir hacia el valle de  la muerte. Este, en nombre de Dios, te obligará a beberte  las heces  del cáliz . Hay que expiar.

La vida es una partida de tute en la que médicos como este señor tiene siempre las diez de últimas.

Tarde  o  temprano , todo el mundo acaba por sentarse a esa mesa de juego. Unos, sin pensárselo dos veces. Otros, después de una larga enfermedad; finalmente, cualquier mortal debe enseñar las cartas. Durante la travesía    más o menos divertida  en la nave que surca el océano del tiempo por este perro mundo, puede que hayas tenido la suerte de cantar las cuarenta , pero a la hora de palmar y contar las bazas, el médico se reserva la última mano, que es el terror a la muerte.

Ningún fulero  ha jugado nunca con tanta ventaja.

Para superar el  miedo  a  la parva  todas las culturas han creado sus  ritos alrededor del enfermo. Siempre aparece alguien que te  pone bajo los riñones del moribundo  la estampa de un santo milagroso, o dejarse untar la  frente con los santos óleos para volar  ligero al cielo. Este galeno así lo hace, sin cortarse  un  pelo.

El creyente tiene derecho a pedir el auxilio espiritual de un capellán y también a que éste no le ponga el listón demasiado alto.

Conocí un ecónomo de la diócesis de Valladolid, muy conocido por  husmear  en las carteras de viudas  que  les  quedaban dos telediarios. Una de ellas, que tenía una   morterada en pisos e inmuebles, donó todo a la diócesis.

Durante años, su piadosa hermana  e  hijos, iba a visitarla a diario a la Residencia...cuando vieron el  testamento , las blasfemias todavía se  oyen en las noches  de  luna  llena.

Morir en paz sin sufrimiento alguno es nuestra última conquista. 

A Cristo en la cruz un centurión le mojó los labios resecos con una estopa empapada con vinagre y otro le pegó una lanzada en el costado para abreviarle la agonía. 

Pero un día, si te toca  este  notas de   doctor  comenzará a contar como siempre las bazas del tute y te cantará  las diez de últimas en el momento en que vaya a entregar el alma. Y no te  mojará  los  labios, ni te abreviará  tus días.
Resultado de imagen de el  centurion longinos la  pasion  gibson


6 comentarios:

  1. Artículo 752 del Código Civil:

    No producirán efecto las disposiciones testamentarias que haga el testador durante su última enfermedad en favor del sacerdote que en ella le hubiese confesado, de los parientes del mismo dentro del cuarto grado, o de su iglesia, cabildo, comunidad o instituto.

    Está vigente desde 1889.

    Morley

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  2. Pues a estos no les sirvió de nada,)

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  3. Pues vaya... el notario debería haber advertido que esa cláusula era nula, no entiendo cómo se le pudo pasar... en cualquier caso si la señora tenía hijos ellos se quedarían como mínimo con el tercio de legítima y el de mejora; a la diócesis dejaría únicamente el de libre disposición.
    Morley

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  4. Vinieron los soldados y quebraron las piernas al primero y al otro que había sido crucificado con él. Pero cuando llegaron a Jesús, como le vieron ya MUERTO -ut viderunt eum iam mortuum-, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le abrió el costado con la lanza, y al instante brotó sangre y agua. El que lo vio da testimonio, y su testimonio...

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  5. Después, sabiendo que ya todo estaba cumplido, y para que la Escritura se cumpliera hasta el final, Jesús dijo: Tengo sed.
    Había allí un recipiente lleno de vinagre; empaparon en él una esponja, la ataron a una rama de hisopo y se la acercaron a la boca.
    Después de beber el vinagre, dijo Jesús: “Todo se ha cumplido”. E inclinando la cabeza, entregó su espíritu

    De todas formas, si no quieres dar de beber al sediento, encima crucificado, no pasa nada. ..siempre hubo hijos de puta , también hijos de Dios.

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