martes, 26 de diciembre de 2017

¡GRACIAS!

Ayer  recibí  muchas felicitaciones . 

De ayer y de hoy. De  Zaragoza, Barcelona, Lérida, Tarragoza, Valladolid.   De  muy lejos. Roma, Guatemala, Chile, Argentina, Bolivia, México,  Inglaterra, Estados Unidos, Alemania... 

Me emocioné con  todas. 

Gente de derechas, de izquierdas, independentistas, o nada. Gente   con fe, y sin ella. Con vidas dolientes, o  no. Pobres y ricos. Pero  gente  que me quiere bien, y que  forman parte de un puzle maravilloso. Muchos de  vosotros  , aparentemente, no tenéis  nada  que  ver  un@s con  otr@s

Voy a  contaros  una  historia.

Hubo  un  tiempo  que estuve  27 años  metido en una  doble vida  que  me  atormentaba. No sabía como  resolver esa  situación  porque, en otro estado, me veía en un infierno. Rezaba a  la Virgen, seguramente  de  un modo un tanto neurótico, "¡sácame de este lío!". Lo hacía  muchas veces, y no con  mucho  convencimiento. La  cadena  de doblez  que me aherrojaba  era  muy sucia.

Un  día apareció Manuela. Fue un rayo de luz en la noche, el interruptor  que encuentras palpando en la oscuridad  de  la  habitación. Un vaso de agua fresca en un alma  sedienta y cuarteada.

Me   dio  la mano  y me dijo  !"vamos!"...y ya sabéis el resto.

Después , ella se fue a  lejanas  tierras, se  adelantó a  un viaje  que haremos  todos.

Estos tres años  y medio  ella  ha  sido  la destinataria  de  mis  esperanzas. " ¡ no me dejes! ", le  he repetido muchísimas  veces. Y lo ha   hecho a su manera. Porque  todo  lo que me  ha sucedido  tiene  la  firma de  ella: la  sorpresa. 

Salí de  una relación  tóxica  por  venir  a San Cugat  por ella. Encontré  un trabajo que  me  llena  como  ningún otro en  mi vida. Unos compañeros de aventura  profesional  que  no esperaba. Incluso  la  casa  de alquiler  , la señora que viene a atender , todo  tiene  el aire de Manuela. No es fácil abrir un periódico, llamar, y   dar en la diana a la primera  en ese san Cugat, y a  ese  precio.

Y encontré  una mujer  que  es capaz  de querer a este zumbado, acortezado  por  la soledad y  con muchas manías. Y yo a ella. Se  llama  María José.

Todo  viene de ese  primer "¡sácame de  este  lío!"  

Desconozco  la situación en la  que  te encuentras. No sé si  lo que he escrito  te  parece  una gilipollez, si crees  que es fruto de  la suerte, o  que estoy  como  una  puta  cabra. . Pero esta  es  mi manera de darte  las  gracias. 

Estés  metid@ en  el  lío que estés metid@, acude a la  gente  buena que está en "lejanas  tierras" , y que te quiere bien. Ellos  te  llevarán  sin que te des  cuenta.




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