Es mejor no juzgar, ¡pero qué difícil!
Vivimos en medio de un fuego cruzado entre calumniadores, murmuradores, difamadores, chismosos, cotillas, criticones, maledicentes, lenguaraces...es vicio muy feo. Casi imposible de erradicar, pues sus raíces son profundas y extensas.
Pocos sostienen una vida coherente que permita medirles por lo que hacen y no por lo que dicen. Los hechos definen a las personas.
Unos padres que infantilizan a sus hijos con criterios donde Dios es un policía que aplica un código de circulación , aunque hablen de libertad, son de lo peor .
Un estilo educativo que cría niños clasistas, que se creen mejores , y viven el corral de unas élites , son basura, por mucho que se adorne con una ingeniería paracristiana .
Un director de conciencias que clama por la libertad de expresión y no duda en dictar juicios sumarísimos contra gente honorable sin apelación ni defensa es una sabandija.
Un moralista público, ángel exterminador, líder de opinión que está a todas horas bendiciendo o maldiciendo según seas o no de los suyos, pero paga en negro a la asistenta, tiene una sociedad a nombre de un retrasado mental, no paga impuestos, pero pide una sanidad de calidad , no guarda la cola en ningún sitio porque pide favores y amenaza con el "usted no sabe con quien está hablando" , ni paga tampoco las cuotas del colegio de sus hijos , está también corrompido hasta el trigémino.
Dejad que los fanáticos sin gracia luchen por las formas de la fe.
ResponderEliminarNo puede estar en el error aquel cuya vida es la correcta.
"For modes of faith let graceless zealots fight, His can't be wrong whose life is in the right". Alexander Pope