viernes, 12 de enero de 2018

AL OÍDO DE UN AGONIZANTE.

Lo  leí  en una de esas citas que va en la cabecera del Mundo: " nunca se debería escribir ni una sola frase que no se pudiera susurrar al oído de un agonizante". 

Pues bien, eso es exactamente lo que transmiten algunas obras que llamamos "de arte" . Hay canciones, poesías, esculturas, películas, que parecen hechas para moribundos. Incluso parecen inspiradas por moribundos: como si fuesen  la última bocanada de un naúfrago.

Desde  ese  punto de  vista, a riesgo  de que se  mal interprete, la  llegada al mundo de un hij@  deficiente es  un verso susurrado  al oído de sus padres. No  es  fácil  de entender , pero  sé  lo  que escribo. Un  hermosísimo verso.

De alguna manera, todos somos seres que agonizan.  

Me contó una camarera búlgara que allí hay una  vieja tradición a la hora de comer:   poner en la mesa un plato de más para un visitante imprevisto.

Siempre deberíamos ir por la vida con un sitio de más en nuestro corazón para visitantes imprevistos, de esa manera , lo imprevisible no existe, porque está preparada tu mesa para cualquiera que pase por tu vida. 

Nunca irás justo de comida, o siempre estarás dispuesto a compartir lo poco que tengas. 

De alguna manera , todos somos seres que agonizan.


4 comentarios:

  1. Para mí son muy importantes las vivencias. Hasta que no se vive algo se puede hablar de eso. Como ejemplos un hijo deficiente o el aborto.
    Respecto a un hijo deficiente el instinto de supervivencia te dice lo que te dice. Igual que ante una enfermedad: es algo de Dios, que confía en ti, etc. El instinto de solidaridad de todos lleva a apoyarnos mutuamente.
    También pensaba en el aborto. Esa es otra: hasta que no estás en una situación de estas es muy difícil hablar y tampoco está bien decir quien es héroe o quién villano. Si te metes en esto tu mundo empieza a dar vueltas y te mareas.
    Wittgenstein escribió "de lo que no se puede hablar es mejor callarse" y "si un hombre pudiera escribir un libro de ética que realmente fuera un libro de ética, este libro destruiría, como una explosión, todos los demás libros del mundo".
    Yo doy mucha importancia a las vivencias (sinceras). La comprensión es fundamental (no la de boquilla: algo más profundo que quiere llegar a las raíces de un comportamiento).
    PS ayer vi una película rumana -4 meses, 3 semanas y 2 días- sobre el aborto. Interesante obra de arte, que intenta meterse en cada personaje para comprender.

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    1. No sé Jekyll.... Suelo estar de acuerdo contigo, pero ¿no crees que precisamente ahora asistimos a una exaltación excesiva de la experiencia subjetiva? Parece que tenemos que dar por válida cualquier cosa que los demás nos quieran contar sobre sí mismos... cuando siempre hemos sabido que ser juez y parte es un fraude completo.
      Morley

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  2. Si se tiene previamente la experiencia del 'tú', la comprensión deja de ser subjetiva. Lo que llamamos 'sentido común' es el sentido que funda la comunidad en la que vivimos.
    Nuestra biografía nos ofrece una verdad diferente a la verdad teórica, que no tiene en cuenta las pasiones. Spinoza escribió (intentando imitar a Newton) su "Ethica more geometrico demonstrata". Para muchos las pasiones son, como para Leibniz, 'confusae raepresentationes'.
    La palabra clave es apertura.
    Aquellos que exaltan la experiencia subjetiva y quieren ser juez y parte no tienen ningún interés por la búsqueda de la verdad. No es solo precisamente ahora, siempre ha sido así.

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  3. Por cierto, el Catecismo de la Iglesia Católica cuando habla de la masturbación dice:
    2352 (...) Para emitir un juicio justo acerca de la responsabilidad moral de los sujetos y para orientar la acción pastoral, ha de tenerse en cuenta la inmadurez afectiva, la fuerza de los hábitos contraídos, el estado de angustia u otros factores psíquicos o sociales que pueden atenuar o tal vez reducir al mínimo la culpabilidad moral.
    A esto me refiero.

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